Economía

Andalucía supera a Baleares en competitividad

Andalucía es una de las regiones menos competitivas de España. Si la media nacional es 100, esta comunidad arroja 78,9 puntos, según el Indicador de Competitividad Regional en España 2007, elaborado por el Centro de Predicción Económica de la Universidad Autónoma de Madrid.

el 15 sep 2009 / 06:24 h.

Andalucía es una de las regiones menos competitivas de España. Si la media nacional es 100, esta comunidad arroja 78,9 puntos, según el Indicador de Competitividad Regional en España 2007, elaborado por el Centro de Predicción Económica de la Universidad Autónoma de Madrid.

Este indicador muestra que durante el ejercicio pasado, Madrid se colocó en cabeza, a corta distancia de la Comunidad Foral de Navarra, que obtuvo 128,5 puntos. Además, por encima de la media nacional, se posicionaron también País Vasco (125,3), Cataluña (116) y Aragón (101,8).

Por el contrario, Extremadura (66,7), Baleares (71,8), Andalucía (78,9) y Canarias (78,9) ocupan las últimas posiciones, situación similar a la registrada en el indicador de competitividad de años previos. En cambio, la comunidad de Madrid es, desde la creación del indicador en el año 2000, la región que lidera la competitividad en España año tras año.

Se considera la competitividad como la capacidad de una economía regional para atraer y mantener la localización de empresas, con cuotas de participación sectorial estables y crecientes, posibilitando el mantenimiento de unos estándares de calidad y niveles de vida para todos sus habitantes. Es la referencia que toma el informe de la citada Universidad.

En este caso, la valoración de la competitividad va más allá de un simple posicionamiento de precios en el mercado, e incluye una serie de factores relacionados con la potencialidad y desarrollo de las distintas economías.

Entre las variables que se tienen en cuenta para elaborar el ranking, destacan las macroeconómicas, las vinculadas al mercado laboral, al desarrollo empresarial, a las infraestructuras y a la innovación. Así, se tienen en cuenta las patentes, los gastos en I+D, el dinamismo empresarial, el PIB per cápita, la productividad del factor trabajo, el nivel de empleo o cualificación, y la apertura exterior.

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