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Aprender entre dos orillas

En la asociación Charif Idrissi de Larache (Marruecos), mujeres y niños son ejemplo de la participación ciudadana en que se trabaja con la leve apertura política en el país. Esta asociación forma parte de la Escuela de Asociaciones del Norte de Marruecos, que fue presentada en diciembre en Sevilla.

el 14 sep 2009 / 22:16 h.

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En la asociación Charif Idrissi de Larache (Marruecos), mujeres y niños son ejemplo de la participación ciudadana en que se trabaja con la leve apertura política en el país. Esta asociación forma parte de la Escuela de Asociaciones del Norte de Marruecos, que fue presentada el pasado mes de diciembre en la capital de Sevilla.

"Creemos en ello, después de siete años aún es un proceso indefinido, como un árbol que necesita 20 años para dar fruto". Esta es la visión de Khalid Belazziz, un miembro de la asociación Charif Idrissi, sobre la Escuela de Asociaciones del Norte de Marruecos. En Charif Idrissi participa sobre todo la mujer con sus hijos, aunque también los hombres intervienen. "La mujer sale de la cocina y se relaciona con la asociación y con un mundo más amplio", dice Khalid Belazziz, quien opina que estas mujeres buscan "mejorar su vida, la de sus niños y las de otras madres". Interiorizan valores que amplian el horizonte de su cultura, por ello "el resultado en los ciudadanos es transformador". La Escuela de Asociaciones del Norte de Marruecos es un punto de inflexión. Con la experiencia obtenida se han dado las condiciones para que las asociaciones marroquíes sean más independientes, siempre con apoyo desde la otra orilla.

En este proyecto de cooperación están implicados diversos colectivos. El de más peso es el Centro de Recursos para Asociaciones de Cádiz y la Bahía (CRAC), organización que desde 1997 persigue fortalecer el tejido asociativo y el impulso de la participación social. Esta organización, junto a varias asociaciones malagueñas y más de 40 asociaciones marroquíes, hace siete años solicitaron apoyo para reforzar la joven red asociativa de sus ciudades, aprovechando la apertura política en Marruecos.

"El CRAC se retira poco a poco", dice Milouda El Hankari, para quien "lo más importante es la corresponsabilidad con la gente de allí [Marruecos] y la apropiación por su parte de la Escuela". Entre los próximos objetivos figura la creación de páginas web, talleres de formación, y la publicación de materiales formativos propios en árabe. Para todo ello, el centro de recursos pide nuevos apoyos que hagan posible el sueño de la continuidad.

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