Las obras de restauración de la fuente situada en la Plaza de la Virgen de los Reyes, en pleno centro histórico junto a la catedral de Sevilla, comienzan este lunes y cuentan con un presupuesto de 21.151,69 euros y un plazo de ejecución de dos meses. El objetivo de estos trabajos es reparar los daños que presenta la obra, que fue realizada por José Lafita Díaz en el año 1929. Según informó ayer el Ayuntamiento de Sevilla, los trabajos tienen “carácter de urgencia dado su alcance y sus consecuencias”.
Así lo hizo saber el consistorio en una nota de prensa, en la que precisó que los desperfectos encontrados en la fuente corresponden a varias fisuras, a la pérdida del material de unión, la alteración y disgregación de los bordes y distintos daños biológicos, que se traducen en la presencia de vegetación y bacterias. El peligro reside en que, a largo plazo, la presencia de estos restos biológicos pueden desencadenar una descohesión del material pétreo y una pérdida de surtidores. El consistorio advirtió también que algunas de las fisuras que se localizan en las cuatro conchas de la obra tienen tal profundidad que podrían provocar desprendimientos.
La última restauración de la que fue objeto la fuente de Virgen de los Reyes tuvo lugar en 1995. Sin embargo, el Ayuntamiento hispalense indicó que la acción constante de la humedad y del agua ha mermado la capacidad de resistencia de las soluciones aportadas en esa intervención realizada hace 16 años y que incluso ha propiciado la aparición de nuevos daños. Esta situación le lleva a concluir que el estado de conservación de la fuente es “en general, negativo”.
De esta manera, las actuaciones que acometerá la empresa adjudicataria de estas obras, Metis Conservación y Restauración SLU consistirán en aplicar en la fuente un tratamiento biocida, limpiar de forma mecánica toda la superficie mediante cepillado y escalpelo, realizar una limpieza química por zonas y , por último, consolidar la totalidad de la superficie.
Además, en el transcurso de estos trabajos se procederá a reintegrar las uniones mediante mortero compuesto por cal y árido de sílice, así como a realizar un sellado de fisuras, que se logrará mediante cosido con varillas de fibra de vidrio y resina epóxica. También se retirarán las grapas que se colocaron en la restauración de 1995, un proceso que incluirá un tratamiento de coloración y texturización, según el Ayuntamiento, “para lograr su perfecta reintegración”.
Por último, las obras de restauración contemplan también tareas de reintegración de volúmenes, que se realizarán en mármol rojo de iguales características estéticas y técnicas que el original, además de un tratamiento hidrofugante de toda la superficie de la obra. En dos meses, sevillanos y visistantes podrán comprobar los resultados.
