Imposible medir la trascendencia de la Bienal de Arte Flamenco a nivel internacional. La presencia de 30 periodistas extranjeros nos puede dar una ligera idea, pero no se puede cuantificar el valor de la publicidad que ésta operación le representa a Sevilla.
Un alto cargo de la Junta de Andalucía me reconocía hace poco que no podían obviar un género como el flamenco en las diversas representaciones o visitas que hace la administración autonómica a lo largo del mundo, porque es lo que se le demanda de manera constante a nuestra embajada.
Con esta tarjeta de visita es más fácil entender lo que significa para Sevilla estar en un escaparate internacional durante 30 días. Sobre el programa, el libro de los gustos está en blanco, y deben ser los eruditos los que entren en esa materia. Pero la espuma de la ola dictamina que esto es bueno para todos y que cualquier contenido es interesante para forzar la presencia de turistas entre nosotros.
Periodista
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