Al menos 19 personas han muerto, entre ellas un ciudadano japonés, como consecuencia del terremoto de 5,6 grados en la escala Richter que se produjo en la noche del miércoles en la ciudad de Van (este) y que provocó el derrumbe de varios edificios, incluidos dos hoteles, según el último balance ofrecido este viernes por la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD).
Según este organismo, que depende de la oficina del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, los equipos de emergencia han conseguido rescatar de entre los escombros a 30 personas con vida.
En las labores de búsqueda y rescate han participado 815 personas, así como 71 efectivos de personal sanitario y catorce perros rastreadores. AFAD, según recoge la agencia Anatolia, también ha enviado a la zona 22 ambulancias, tres de ellas avionetas y ocho helicópteros.
Asimismo, el organismo ha distribuido 6.457 tiendas de campaña, 45.407 mantas y 600 camas. Unos 300 ciudadanos que se han visto afectados por el seísmo han sido trasladados a Ankara y Estambul, mientras que AFAD ha pedido a los supervivientes que no entren en los edificios dañados, por temor a que puedan producirse nuevos derrumbes.
El terremoto del miércoles se produce semanas después del temblor de 7,2 grados en la escala Richter que hizo temblar el 23 de octubre la provincia de Van y dejó 601 muertos y 4.152 heridos, según los datos de AFAD. Entonces, los equipos de rescate consiguieron encontrar a 188 supervivientes entre los escombros.
Entretanto, el presidente turco, Abdulá Gul, ha enviado un mensaje de condolencias al emperador de Japón, Akihito, por la muerte de un médico nipón, que había viajado a Van para ayudar a las víctimas del anterior terremoto. El hombre había sido rescatado con vida trece horas después del terremoto de entre los escombros a que quedó reducido el hotel en el que residía, pero falleció de camino al hospital.
