La primera mala noticia del partido para el Betis fue la lesión de Belenguer, que tuvo que abandonar el terreno de juego antes de tiempo después de caer en mala posición tras un salto con Aganzo, con quien se las tuvo de todos los colores. El central catalán, que estaba cuajando una actuación muy completa, sufrió un "pequeño desplazamiento" en el hombro izquierdo y un "pinzamiento de un nervio". "Tengo la mano ardiendo y he sufrido un poco de falta de sensibilidad", reveló después del choque. Hoy se someterá a las pertinentes pruebas médicas, pero el jugador no es pesimista. "No es un dolor tan intenso como para decir que haya algo grave, no hay dolor de hueso y soy optimista. No pienso que me vaya a perder el partido del domingo", afirmó. Belenguer, curiosamente, sufrió un golpe similar en el entrenamiento del pasado miércoles, entonces con Emana. "Es lo mismo pero más fuerte", reconoció.
En cuanto al partido, el defensa verdiblanco lamentó el desenlace. "El encuentro estaba como queríamos. Era importante aguantar la primera parte y dar un pasito adelante en la segunda. Lo hicimos y creamos dos o tres ocasiones claras, pero no estuvimos acertados y estos partidos suelen decidirse así. Es una pena", dijo.
