Berlusconi no afloja en su empeño de poner cerco a las minorías. El primer ministro italiano continúa con su estrategia de mano dura contra los gitanos y quiere ahora crear un censo exhaustivo de las personas que viven en los campamentos gitanos. "Quiero saber cuántos campamentos hay provincia por provincia y quién está dentro", afirmó el titular italiano de Interior, Roberto Maroni.
"Antes de fin de año resolveremos el problema de los campamentos gitanos abusivos, lo cual significa que se respetarán las leyes". Maroni anunció que el Consejo de Ministros tiene previsto otorgar a los prefectos (delegados del Gobierno) de Milán, Roma y Nápoles poderes especiales para afrontar la llamada "emergencia gitana". La primera medida será elaborar un censo de los habitantes de los campamentos.
Varias ONG y organismos internacionales recordaron en las últimas semanas que nombrar comisarios especiales para tratar los problemas de las minorías sólo ayuda a perpetuar la discriminación de esos grupos. Amnistía Internacional y la Liga Antidifamación alertaron de que Italia corre el riesgo de "ignorar el principio de responsabilidad individual" al legislar de manera específica sobre "grupos y minorías según su nacionalidad, su etnia o el sitio donde viven".
El Ministerio del Interior calcula que hay unos 152.000 gitanos viviendo en Italia, de los cuales el 37% tiene la nacionalidad italiana. Al menos el 50% son niños y adolescentes, la mayoría de los cuales han nacido en territorio italiano.
La protesta. Los gitanos que viven en Italia consideran que se está generando en el país un clima "gravemente xenófobo" y han organizado para el próximo 8 de junio una manifestación en Roma para protestar por los últimos actos de violencia ocurridos contra ellos en varias ciudades del país. Critican el "silencio" culpable que recorre el país.
