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Betis-Xerez: decíamos hace veinte años...

El Betis vuelve a enfrentarse al Xerez, cosa que no hacía desde febrero de 1990. Vuelve Capi, pero el gran protagonista es el equipo de Pepe Mel, que busca su sexta victoria consecutiva en casa.

el 12 nov 2010 / 22:21 h.

Rubén Castro y Jorge Molina.
Hace ya más de dos décadas, desde el 18 de febrero de 1990, que los caminos del Betis y el Xerez no se cruzan en ninguna competición. Hoy vuelven a converger en un duelo que no es el derbi andaluz clásico, al estilo de los que el conjunto verdiblanco dirime ante el Málaga o el Cádiz. Apenas se ha repetido una veintena de veces a lo largo de la historia, pero como el Betis no ascendió en junio y el Xerez no fue capaz de mantenerse en Primera, esta tarde se reanuda la pequeña historia de un enfrentamiento entre dos rivales cercanos en el espacio, apenas 90 kilómetros, pero muy distantes en todo lo demás: en historia, en currículum, en repercusión... Y también en la clasificación. El Betis de Pepe Mel, firme e intachable desde la atalaya del liderato, aventaja en diez puntos al Xerez de Capi, a la estela y persecución de los puestos de play off.

El retorno de Capi aportará el punto sentimental a esta tarde de rivalidad andaluza en Heliópolis. Habrá homenaje al camero y la grada recompensará tantos años de servicio a la causa con cariño y el correspondiente aplauso. No ocurrirá lo mismo, a no ser que los planetas se alineen de un modo imposible, con otro ex bético, José Mari. Pero la afición verdiblanca también tendrá otra cosa en que pensar y otro motivo para romperse las palmas de las manos: su equipo. Por encima de Capi, de José Mari y del Xerez, no hay más protagonista ahora mismo que el Betis de Mel, aún levitando en esa hermosa nube que es el liderato, acostumbrado a esa extraordinaria rutina de ganar un partido tras otro. Ya van ocho de once en la Liga, cinco de cinco en casa, seis sin perder desde la última y única derrota liguera de la campaña...

El Betis está haciendo felices a sus seguidores, que ya es decir. Marca goles en todos sus encuentros, encaja muy pocos, no nota la ausencia de Emana y acaba de eliminar a un Primera de la Copa del Rey. Pero Mel no quiere que tanta alegría intoxique a sus futbolistas. El presente es exultante, pero al Betis le quedan 33 jornadas para alcanzar la meta. Y en esas anda el madrileño, orgullosísimo de sus hombres al mismo tiempo que les advierte que como se lo crean serán "del montón", así de claro. El míster no se relaja ni una milésima de segundo y de hecho hoy, día de partido, dirigirá un entrenamiento matinal en el estadio. Mel quiere tensión, pero también desea comprobar si los estragos de la competición no le hacen perder a Miguel Lopes, de nuevo con una elongación en el adductor.

El lateral portugués es la gran duda de la alineación verdiblanca. Si sus condiciones no son las idóneas, existe la posibilidad de que Roversio sea su sustituto, incluso por delante de Isidoro. Así ha ensayado Mel varios días, por ejemplo ayer mismo. Hay más focos de incertidumbre: en el centro, Iriney y Salva Sevilla tienen el puesto asegurado, pero Beñat y Arzu se disputan la otra plaza. Y arriba, Israel opositó a titular y sacó muy buena nota en Zaragoza, pero no parece que Mel quiera sacrificar ni a Momo, de vuelta tras su reposo, ni a su pareja de delanteros.

El Xerez, octavo, es el primer equipo fuera de la zona de play off y constituye todo un ejemplo de irregularidad. Lo mismo logra cuatro victorias consecutivas sin recibir un solo tanto que encaja un 1-3 ante el Huesca o un 5-0 en Granada. Hoy recupera a Capi y José Mari, ambos procedentes de sendas lesiones musculares, y al central Lombán, sancionado la semana pasada. Hay varias dudas: ¿jugará Capi? Viene de un mes de baja. ¿Será titular Antoñito? No suele serlo, pero el miércoles marcó dos goles en la Copa. A todos les espera el Betis. El líder.

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