La Federación de Arroceros de Sevilla (FAS) está inmersa en "gestiones" para la "financiación" de un estudio externo y ajeno al que elabora la Consejería de Medio Ambiente en cuanto la salinidad y turbidez detectadas en el cauce del río Guadalquivir, unos trabajos técnicos cuya contratación depende, no obstante, de los resultados del informe que prepara la Administración autonómica, mientras el sector espera a la reunión convocada para el 23 de julio y a la que asistirán todos los agentes implicados en el conflicto.
El presidente de los arroceros de Sevilla, Julián Borja, explicó que a día de hoy la situación "es la misma", con "el mismo" problema de salinidad en las aguas del Guadalquivir y a expensas de que el 23 de julio se sienten a la misma mesa la Dirección General de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), la Junta, la Autoridad Portuaria de Sevilla y los agricultores.
Borja explicó que los arroceros esperan con expectación la batimetría, informe que debe exponer Medio Ambiente para contrastar la situación de las aguas respecto a las muestras del año anterior, y recordó que el fruto de tales estudios podría motivar que el sector, junto a la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua), encargue un informe independiente para el que actualmente se busca "financiación".
"Seguimos adelante con el informe", dijo Borja remitiéndose al citado encuentro y a los resultados que ofrezca Medio Ambiente, pues los arroceros creen que el desembalse de 200 hectómetros cúbicos autorizado por la CHG no habría paliado el índice de salinidad del Guadalquivir.
