EEUU se metió de lleno en la búsqueda de soluciones pacíficas a la crisis de Kenia. En una visita fugaz a Benin al inicio de su gira por varios países de África, el presidente de EEUU, George W. Bush, llamó ayer a la salida negociada al conflicto que vive el país africano desde el 27 de diciembre, nada más darse a conocer los resultados de las elecciones.
Bush abogó por una gestión repartida del poder en Nairobi para acabar con la violencia y recordó el viaje de su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, para entregar a los dirigentes kenianos un mensaje en este sentido. Además, se mostró partidario del despliegue de "una fuerza robusta" de la ONU en la región sudanesa del Darfur (Sudán) para que ponga fin al conflicto que estalló en febrero de 2003 y que ha creado la peor crisis humana de este siglo.
El ex secretario general de la ONU, Koffi Annan, confirmó el viernes que el Gobierno y la oposición acordaron medidas para evitar que se repitan situaciones como las que llevaron a la crisis, pero que no incluían ni una nueva votación ni que la oposición acceda al actual Gobierno de Kenia.
