Economía

Caja España-Duero sopesa un plan B por si falla Unicaja

Se plantea crear un banco ante los problemas que acarrea la integración con la malagueña.

el 27 jun 2011 / 21:40 h.

El presidente de Unicaja, Braulio Medel, ayer en Cádiz.

El presidente de Unicaja, Braulio Medel, aseguró ayer en Cádiz que el proceso de integración con Caja España-Duero se encuentra "bastante bien enfocado" y que en los aspectos sustanciales "hay una voluntad de acuerdo y continuidad". Sin embargo, no cabría hablar de que la senda está plenamente despejada pues a las incertidumbres de cuánto dinero percibirá la operación de las arcas del Estado -y Medel está apretando, tal y como avanzó este diario- se suma que la propia entidad castellano-leonesa está preparando un plan alternativo o B para el caso de que el noviazgo con la malagueña no cuajara en septiembre.

En efecto, fuentes financieras comentan que Caja España-Duero estaría dispuesta a convertirse en un banco y dar entrada a capital privado si fracasa el matrimonio. "La simple mención de que existe un plan B no dice nada bueno de las negociaciones", señalan. Aunque las palabras de Braulio Medel son correctas, dado que con la novia está cerrado lo sustancial, queda por avanzar en las negociaciones con el Banco de España para determinar qué nivel de respaldo financiero tendría ese enlace.

Pero incluso en el tira y afloja entre las cajas existe una cuestión espinosa que, en su día, hizo fracasar la fusión de Unicaja y Cajasur: la cuestión laboral, es decir, de cuántos empleados se prescinde (en principio, vía prejubilaciones y bajas incentivadas) y qué nivel salarial tendrán los que se queden (los de Caja España-Duero poseen sueldos mayores que los de la caja de ahorros andaluza).

Son las prisas las que marcan los ritmos, y lo cierto y verdad es que su plazo -y el de todas las entidades que necesiten reforzar capital para cumplir con las nuevas exigencias del Banco de España- se agota el día 30 de septiembre. Si no hay una salida, el órgano supervisor nacionalizaría de forma parcial la caja castellano-leonesa. Este extremo es precisamente el que le incita a concebir el plan B por si la negociación con Unicaja no llega a puerto, y de hecho las fuentes aseguran que ya incluso se ha puesto sobre la mesa en uno de los últimos consejos de administración.

En este sentido, para poder satisfacer los nuevos requisitos del Banco de España -core capital o capital principal del 10% sobre los créditos ponderados por riesgo y que, por así decirlo, es su tasa de solvencia adaptada a los criterios renovados- la caja de ahorros castellano-leonesa requiere 463 millones de euros. Cabe captarlos a través de una integración -la buscada con Unicaja-, convirtiéndose en banco que dé entrada a socios privados o sacando una parte sustancial del capital a cotizar en la bolsa.

Los 463 millones serían pecata minuta en este proceso de integración, aunque semejante operación tiene mayor trascendencia e implicaciones que una mera inyección de capital a una entidad necesitada. El coste, el impacto en las cuentas de Unicaja, es brutal, por los riesgos de su cartera crediticia -en especial los vinculados al ladrillo-, la cuestión laboral, etcétera.

Por ello, Medel está apretando al Banco de España para lograr el mismo trato que éste dispensó a la caja vasca BBK para la compra en subasta pública de la cordobesa Cajasur: el llamado esquema de protección de activos, o EPA, por el que el erario público (a través del FROB o fondo de rescate) asume las pérdidas esperadas de la cartera de créditos -en el caso de Cajasur, 392 millones de euros-.

Precisamente el sábado pasado, la caja malagueña aprobó en asamblea general la gestación de su banco, a través del que ejercerá la actividad financiera y que será íntegramente propiedad de Unicaja -en principio, aunque sólo en principio, no está previsto dar entrada a socios externos-.

Y jugará un papel clave en la futura integración con Caja España-Duero dado que ésta traspasará también a aquél su negocio financiero. El 63% quedará en manos de la entidad andaluza y el 37% en las castellano-leonesas.

Braulio Medel será presidente ejecutivo del banco y su primer directivo. El actual presidente de Caja España-Duero, Evaristo del Canto, ostentará la condición de vicepresidente ejecutivo y consejero delegado. El nuevo grupo y, en particular, el banco tendrá su sede social en Málaga. Es probable que se cree un banco malo con activos del ladrillo.

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