El vicepresidente de la Fundación Ideas y ex ministro de Trabajo, Jesús Caldera, recomendó ayer al Gobierno el cierre de las centrales nucleares, empezando por la de Santa María de Garoña (Burgos), como parte de las conclusiones del informe Un nuevo modelo energético para España, presentado ayer por esta institución.
Así, Caldera señaló que es "perfectamente posible" el cierre de la central de Garoña, cuya licencia de explotación expira el 5 de junio, ya que el reactor "ha consumido su vida útil" y es sustituible por fuentes de energía renovable.
El informe concluyó que "las centrales nucleares de España deberían comenzar a cerrarse a partir del final de las licencias existentes", tal es el caso de Garoña, cuyo cierre solicitaron reiteradamente, entre otros, organizaciones ecologistas y sobre el que el Gobierno no se pronunció. La Fundación cree que "debería prevalecer el límite de 40 años" en la explotación de las centrales, sujeto a cinco condiciones: seguridad, sustituibilidad, abastecimiento, gestionabilidad y competitividad, y "no es necesario construir nuevas centrales".
Según Caldera, en el caso de Garoña hay que "esperar a lo que diga el Gobierno", para lo que "queda cada vez menos". A su entender, el Ejecutivo "puede tomar la decisión [de cerrarla]" y proceder a "no renovar su licencia".
propuesta. "España debe apostar por un nuevo sistema en el que el 100% sean energías renovables en 2050", afirmó el vicepresidente, algo que "es posible" si se ponen "los incentivos necesarios". La energía nuclear es "un freno" para el desarrollo de estas fuentes alternativas, "el único camino posible en el futuro".
Por su parte, el ex presidente del Gobierno Felipe González, que viene reclamando un debate sobre las nucleares, reclamó ayer que la discusión debe trasladarse a la Unión Europea y rechazó situarse entre los "pronucleares" porque, según aseguró, considera que "se debería pensar seriamente" el cierre de la central de Garoña.
