Hundido en el fondo de la tabla desde hace una vuelta, Osasuna llega hoy al estadio que mejor se le ha dado en los dos últimos años dispuesto a rebelarse contra su suerte. Hace ya meses que José Antonio Camacho sustituyó al 'Cuco' Ziganda, pero parece que el equipo pamplonés necesita algo más que el carácter de su técnico.
Entre la vieja Iruña y Sevilla hay casi mil kilómetros de distancia, pero entre Osasuna y Betis se ha generado una extraña relación de proximidad, que no afinidad. El equipo rojillo fue el rival al que batieron los verdiblancos para adjudicarse el tercer y último título de su historia, la Copa del Rey de 2005. Aparte de esta alegría, el conjunto pamplonés (que no pamplonica, por cierto) también cayó muy bien a los béticos las dos veces que eliminó al Sevilla de la Copa. Y a la inversa, el conjunto heliopolitano es el adversario al que los navarros han endosado sus mayores goleadas en Primera, tanto en casa (6-0 en la 36-37) como fuera (el 0-5 que costó el puesto a Luis Fernández en la penúltima jornada de la 06-07).
Este Osasuna no parece capaz de repetir resultados tan estratosféricos, aunque quién sabe. Con el Betis en medio... Antes de que la pelota dé o quite la razón, lo único fiable es lo ya sabido, y lo que se conoce del equipo que ahora dirige José Antonio Camacho es que casi nunca gana y que se ha pasado más de la mitad de la temporada en la zona de descenso. Cayó en ella tras perder en Gijón en la séptima jornada, se convirtió en colista una semana después al ser vencido por el Betis en el Reyno de Navarra y desde entonces sólo ha salido del pozo durante tres jornadas, de la 22ª a la 24ª. Hace dos semanas, sin embargo, empató en Santander y recayó. Ahora es antepenúltimo, ha estado en puesto de descenso en diecisiete jornadas y ha sido colista en once.
Los números demuestran que el cambio de entrenador no ha sido suficiente. Y no se puede decir que la decisión de echar al Cuco Ziganda tras la sexta jornada para fichar a Camacho fuese un capricho, porque se trata de la primera destitución con la temporada ya en marcha en los siete años de mandato de Pachi Izco (en el último precedente, el cese de Miguel Sola y su sustitución por Enrique Martín en mayo del 97, el presidente era Juan Luis Irigaray). Es un caso raro el de Osasuna, no idéntico al del Betis pero sí similar: viendo su plantilla (Plasil, Nekounam, Pandiani, Juanfran, Puñal...), se antoja extraño verlo tan abajo.
