Local

Carrillo baraja su dimisión como edil tras ser ratificado Monteseirín

Emilio Carrillo abrió ayer públicamente las puertas a una salida del Ayuntamiento. El edil, convertido en el último año en referente del sector vierista, aludió a una "fase de reflexión", a su "desapego" al cargo y a su "visión de la política".

el 15 sep 2009 / 23:49 h.

TAGS:

Emilio Carrillo abrió ayer públicamente las puertas a una salida del Ayuntamiento. El edil, convertido en el último año en referente del sector vierista, aludió a una "fase de reflexión", a su "desapego" al cargo y a su "visión de la política". La ratificación de Monteseirín como alcalde y el pacto entre los dos sectores del PSOE le han dejado sin opciones.

La dirección regional del PSOE ha forzado la finalización del pulso interno en el Ayuntamiento de Sevilla. En apenas dos semanas, se han sucedido los pactos y las escenificaciones de acuerdos. La batalla por una salida precipitada de Alfredo Sánchez Monteseirín de la Alcaldía ha finalizado. Será el regidor hasta 2011. Emilio Carrillo, quien ha sido uno de los grandes protagonistas de esta confrontación, se ha quedado prácticamente sin posibilidades de mejorar su situación, enfrentado al alcalde y en una Delegación que no quiso aceptar.

Carrillo era uno de los hombres de confianza del regidor hasta que se desmarcó de él completamente hace nueve meses, antes del congreso provincial. Desde entonces, se ha ido aislando. Dejó la portavocía del Gobierno, dimitió como edil de Urbanismo, luchó por la dirección del grupo y se convirtió en el máximo referente del sector afín a José Antonio Viera. Se fue distanciando cada vez más del que era su núcleo de confianza con la mirada puesta en un cambio de escenario a mitad del mandato que tenía un punto de partida: la inclusión de Monteseirín en la lista europea. La opción está descartada y al alcalde le ha ratificado ya la dirección regional, el presidente de la Junta, e incluso la ejecutiva provincial con la visita de Viera a Plaza Nueva.

En el nuevo escenario, Carrillo apenas tiene encaje. Tiene dos opciones: continuar como delegado de Recursos Humanos, con un papel casi de independiente, y con un cargo en la dirección regional; o forzar una salida del Ayuntamiento. Las palabras pronunciadas ayer le acercan más a esta segunda opción: "Respeto y hago mía la decisión tomada de la continuidad del alcalde igual que respetaría que se hubiera optado por su relevo. En mi caso, debo abrir un periodo de reflexión en el que entrarán dos factores. Por un lado, el interés general y el de los ciudadanos. Por otro, mi visión de la política y mi desapego al cargo. Me siento libre y ligero de equipaje. Debo reflexionar sobre el papel que debo desempeñar en este nuevo escenario".

El que fuera delegado de Urbanismo, vice alcalde, portavoz del Gobierno local, padrino de dirigentes como Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y persona de confianza de Alfredo Sánchez Monteseirín, abrió de esta forma las puertas a una salida del Consistorio. Eludió confirmar una renuncia al acta de concejal. Pero afronta ahora un escenario, si cabe más complejo que el anterior: en un contexto de convivencia forzosa y de gestos públicos de concordia, ha abierto públicamente una nueva grieta en el Gobierno local.

Su argumentación no sólo ha sorprendido al entorno del alcalde, también a muchos de los dirigentes afines a Viera. Pese a esto, ya ha habido una comunicación oficial de esta postura al secretario provincial socialista. En los próximos días, trasladará sus planteamientos al alcalde y a la dirección regional del PSOE.

  • 1