P.E./R.P.
El próximo sábado 4 de octubre vence el plazo para que el enigmático grupo BSport ejecute la opción de compra por las acciones de Lopera. Mientras, Luis Castel prepara otra oferta convencido de que esa operación no irá a ninguna parte y pretende apoyarse en Manuel Castaño y Rufino González, otros grandes accionistas.
Cuando Luis Castel estaba a punto de concretar la compra del paquete accionarial de Lopera a finales del pasado mes de julio apareció de repente el supuesto acuerdo con BSport, con el que Lopera dijo haber llegado a un principio de acuerdo para la venta de su paquete accionarial. Una opción de compra por la que, según los medios oficiales del club, estos señores ya desembolsaron 10 millones de euros.
Antes del sábado deben poner otros 70 para cerrar la operación... o perderán el dinero adelantado, que nadie ha concretado de dónde procede y dónde está ingresado. Lopera, que pese a la millonaria venta seguiría teniendo voz en la sociedad como asesor a la presidencia, también debería hacer frente a una fuerte indemnización si estos señores llegan con el dinero pactado y al final se retracta de vender, lo que no es descartable ahora que el Betis ha caído a zona de descenso pese a contar con la mejor plantilla de los últimos años. Muchos le echarían en cara a Lopera que dejara el club en manos de unos desconocidos en una situación deportiva tan crítica como ésta...
Y en éstas vuelve a la carga Luis Castel, quien durante los últimos meses ha seguido con atención todos los movimientos en torno la compra-venta del paquete accionarial de Lopera. Según Blas Ballesteros, su hombre de confianza en asuntos béticos, Castel se mantiene firme en la idea de comprar el paquete accionarial de Lopera, al tiempo que pretende embarcar en su proyecto a los otros dos principales accionistas del club a título individual, como son Manuel Castaño y Rufino González. Castel y Ballesteros valoran de forma positiva el trabajo que están llevando a cabo ambos en sus respectivas parcelas -cantera e instalaciones- y creen que su carisma entre los béticos avalaría su ambicioso proyecto de modernización y regeneración del club. Claro que antes hay que convencer a Lopera de que venda su parte.
