El líder cubano, Fidel Castro, que delegó el poder de la isla en su hermano hace 16 meses por una grave enfermedad gástrica, abrió por primera vez, las puertas a su retirada definitiva de la vida pública. Castro, que gobierna Cuba desde 1959, abogó por dejar paso a una generación más joven.
"Mi deber elemental no es aferrarme al cargo y mucho menos obstruir el paso a personas más jóvenes, sino aportar experiencias e ideas cuyo modesto valor proviene de la época excepcional que me tocó vivir", aseguró Castro. El dirigente cubano, de 81 años y convaleciente desde julio de 2006 tras sufrir una grave enfermedad, lanzó este mensaje en una carta leída en el programa de la televisión cubana Mesa Redonda.
Su reflexión, que llegó al final del escrito en el que analizaba la cumbre sobre el cambio climático de Bali, es la primera en la que aborda la posibilidad de renunciar a alguno de sus poderes desde que dejó temporalmente la jefatura del Estado el 31 de julio de 2006 a su hermano Raúl.
Precisamente, Cuba celebrará elecciones parlamentarias el 20 de enero para designar a los miembros de su Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) que, a su vez, y en el plazo de 45 días, deberán elegir a los 31 miembros del Consejo de Estado, la más alta instancia del Ejecutivo en la isla caribeña.
El Consejo de Estado ha sido presidido por Fidel Castro desde su creación, en 1976, tras la revolución comunista que lideró en el país. La fecha del 5 de marzo, cuando debe culminar el nuevo proceso político, es decisiva para confirmar la continuación de Castro como líder de la nación.
Líder elegido. En medio del proceso, el líder cubano ya ha sido designado como candidato por Santiago de Cuba para los comicios al Parlamento. Sin embargo, esta nominación no implica la renovación automática de su mandato como máxima autoridad cubana después de 49 años de ejercicio, ya que el régimen también cuenta con otras posibilidades.
"No albergo ilusiones, mi más profunda convicción es que las respuestas a los problemas actuales de la sociedad cubana [con un grado educacional alto y casi un millón de graduados universitarios] requieren más variantes de respuesta para cada problema concreto que las contenidas en un tablero de ajedrez", afirmó.
