Un sorprendente correo electrónico con más faltas de ortografía que estrellas hay en Andrómeda se ha colado este mes en los buzones de media Sevilla. Se titula Dos lunas en el cielo y su texto, corregido en lo posible, dice así: "El 27 de agosto, a medianoche y 30 minutos (o sea que sería el 28 a las 00:30), mirad al cielo. El planeta Marte será el segundo astro mas brillante en el cielo. Será tan grande como la Luna llena. Marte estará a 55,75 millones de kilómetros de la Tierra. No os lo perdáis. Será como si la Tierra tuviera dos lunas. La próxima vez que este acontecimiento se producirá, está previsto para el año 2287. Compartid esta información. Nadie que esté vivo podrá volver a verlo."
No se crean ni una sola palabra, porque es mentira de pe a pa. Pero eso no significa que no vaya a haber un gran espectáculo en el firmamento este verano. Desde la asociación astronómica Albireo, Cándido Gómez detalló ayer a El Correo toda la programación estelar para las noches de hamaca y cervecita, que ojalá sean muchas. Y, a tenor de sus comentarios, si algún protagonista va a haber ahí arriba, ése va a ser Júpiter. El más grande de este sistema solar y el más brillante este verano. Lo bueno es que, aparte de verse grande, entrará en el cielo justo cuando el Sol se vaya y por el lado opuesto (a eso lo llaman estar en oposición. Salvo los aspirantes a funcionarios). En particular, el 14 de agosto. "Con unos simples prismáticos podremos observar cómo se mueven sus cuatro satélites."
Ese día, bien entrada la noche, "podremos ver los cuatro satélites alineados al oeste de Júpiter y perfectamente ordenados según su distancia al planeta": de izquierda a derecha, Calixto, Ganímedes, Europa e Ío. A la noche siguiente, Ío y Europa se habrán pasado al otro lado del planeta. Impactante y digno de ser celebrado con un tinto de verano.
Pero todavía habrá algo más emocionante para quienes aman mirar el cielo sin saber mucho de él: el planeta más alejado, Neptuno, también se podrá ver con prismáticos (débilmente, pero ahí estará). El mejor momento será en la noche del 10 al 11 de julio, cuando la Luna, Júpiter, Neptuno y una estrella de la constelación de Capricornio estarán tan juntas que entrarán en el campo visual de unos prismáticos de 7x50. Lo que los astrónomos llaman una conjunción. Tan cerca estarán que casi será una conjunción copulativa.
Dos grandes ausentes, o casi, este verano, por mucho que digan los correos basura: Marte y Venus, demasiado alineados con el Sol. A cambio, otro gigante celeste se paseará por el cielo para alegría de los filósofos de porche y terraza: Urano por la constelación de Piscis, para quien sepa dónde cae eso.
Desde Albireo, Cándido da malas noticias sobre la lluvia de estrellas de las Perseidas, en la noche del 12 al 13 de agosto: "La Luna, en cuarto menguante, saldrá a la una de la madrugada, lo que dará al traste" con el show de motas de polvo incandescentes. Pero siempre habrá algo de lo que maravillarse: nebulosas oscuras llamadas sacos de carbón (sobre todo, si se mira hacia el Sur); la Vía Láctea, ese río de estrellas pertenecientes a la misma barriada cósmica que la Tierra y que se ve mejor por la constelación de Sagitario, que es donde está el centro de esta galaxia (también mirando hacia el Sur); Andrómeda, la única galaxia disponible a simple vista...
Aproveche las reuniones familiares de las noches de verano para llevarle la contraria a su cuñado: definitivamente, no es cierto que las estrellas titilen y los planetas, no. "En realidad, todos titilan, es un efecto de la atmósfera y nadie se libra, si bien los planetas, al ser discos, se ven menos afectados."
