Raúl Arévalo / Pepo Herrera
Sin levantar ninguna bandera política, cree que en España la ciudadanía está ahora adormecida, como anestesiada ante todo lo que ha venido ocurriendo en los últimos años. «Todo esto es muy raro y muy confuso», admite. Y frente a esto, su personaje le ha demostrado que «cuanto más se reprime uno, más le sale el lado oscuro a borbotones».
Quién le iba a decir que se iba a ver corriendo por las marismas pegando tiros, ¿no? La verdad es que mola mucho, y mola hacer una película de detectives como esta que está tan bien rodada, y mola y a la vez fue duro, porque justamente en esa carrera que se ve en la película, que queda muy espectacular visualmente, fue todo un día corriendo y acabamos lesionados Javi [Gutiérrez] y yo. Íbamos con botos, en un terreno que le llaman de piel de elefante que es muy duro, y de todo el día corriendo acabamos llamando a un fisioterapeuta amigo de Yoli, la maquilladora de la película, para que fuera allí a Isla Mayor a tratarnos porque estábamos lesionados.
Contado así no suena muy espectacular, la verdad. Es que todo eso fue para 20 segundos de carrera, que sí, que es muy impactante pero te dices que esas son las cosas del cine, la gente piensa que es un paseo, y corrimos como 17 o 18 veces, una carrera a tope. Nos decía el especialista calentad bien, calentad bien, pero acabamos lesionados. La falta de costumbre, vamos.
¿Eso hace valorar más el cine de acción, que siempre está muy denostado? Eso decíamos Javi y yo, lo contentos que estábamos por hacer acción en una película y luego... Y hay que ver cómo lo hacen esos americanos, como Tom Cruise, Will Smith, Matt Damon, que no paran de tirarse, por mucho que tengan especialistas hay cosas que hacen ellos, que corren, que se tiran, que saltan, uf, qué duro.
Hablando de americanos, ¿son ellos los que mejor hacen películas de género negro como ésta? Es un tipo de género que viene de los americanos, pero lo que me parece grande de esta película es que tiene mucha identidad, es muy española y muy andaluza. Es un gran guión y sería una gran película dirigida por cualquier otro director en cualquier otro sitio, podría tener un remake maravilloso, pero lo que hace que tenga identidad y sea auténtica es lo bien que retrata la atmósfera de aquella época y lo claustrofóbico que resulta.
Asegura que vio la serie True detective y que le sorprendió, de hecho muchos han establecido comparaciones con la película. Es que cuando estábamos rodando nos decíamos joder, es que estamos en el Mississippi, ¿esto de verdad es España? Y yo que soy muy friki de las series vi el tráiler antes de que estrenaran True detective y aluciné: dos policías con corbata en aquel paraje, uno con una libreta... Le mandé por Whatsapp el tráiler a Alberto, que estaba montando la película aquí en Sevilla, y me dijo que no iba a verlo para no rallarse. Todavía no la ha visto, pero el otro día los de Warner le regalaron el DVD para que la vea.
¿Su personaje en la película supone la esperanza del cambio, aunque luego se oscurezca un poco? Es que nadie tiene su color, todos tenemos claroscuros, un lado oculto. Pero la película tiene también una lectura social y política, y ahí representa esa esperanza en el cambio, esa luz al final del túnel después de 40 años de franquismo y oscuridad. Igual que la historia nos ha demostrado que la Transición no fue tan bonita como nos la han pintado, ni tan camino de rosas, y que hubo muchas cosas raras y confusas, pues igual mi personaje se va dando cuenta de todo esto.
¿No cree entonces que las cosas se hicieran tan bien entonces? Hombre, yo nací en el 79, por lo que yo no conocí aquella época, acababa de nacer, pero lo que me llama la atención es que tenga tantas similitudes y coincidencias con el momento que estamos viviendo ahora. Sí que es cierto que ahora hay algo más confuso, porque tengo la sensación de que en aquella época había algo, una pasión, unas ganas de cambio, un afán de lucha y de cambiar las cosas, que ahora estamos mucho más dormidos, hay corrupción y decimos que todo está muy mal, pero luego pedimos otra ronda tan tranquilos y nos tomamos otra caña.
¿Cree entonces que hay conformismo en la sociedad actual? Más que conformismo es que estamos como adormecidos. Y a nivel de corrupción no es que sea ni mejor ni peor que entonces, pero por lo menos un tío si era corrupto pues se ocultaba más, ahora salen a la luz casos de gente que está imputada y siguen en la política, en sus puestos, siguen saliendo en la televisión... y es alucinante. Ahora es mucho más enrevesado todo, menos claro que entonces. Lo macabro y extraño es que ahora se sabe quién es el malo, para una película de suspense como La Isla Mínima no funcionaría porque ya sé quién es el malo, porque sale en la tele, hay que encontrar otra historia. Todo esto es muy raro, muy confuso.
¿Qué piensa cuando se ve en el cartel con Javier Gutiérrez? Los dos con armas, bajo la lluvia... Me veo y me encanta, es que es chulo verte así. Javi bromeaba diciendo que nos estábamos pegando un curro de narices con esta película y va a ver la gente el cartel y va a decir «anda, mira, el de Con el culo al aire y el de Águila roja». Pero la verdad es que es muy divertido que te den la oportunidad de hacer una película así.
Y encima con ese bigotazo. Digo, que parezco mi tío Paco de joven.
