Santiago del Valle, el presunto asesino de Mari Luz, pisará de nuevo el jueves los juzgados de Sevilla, en el que es ya su cuarto juicio por abusos a una menor. En este caso, el pederasta se enfrenta a tres años de prisión por los tocamientos a una niña de cuatro años.
El juicio se celebrará el jueves en el Juzgado de lo Penal número 5 de Sevilla. Será la tercera vez que un juzgado sevillano someta a juicio a Del Valle por abusos sexuales a una menor y la cuarta vez que el presunto asesino de Mari Luz se siente en el banquillo de los acusados por este delito. De hecho, la primera condena impuesta a Del Valle fue la del juzgado de Rafael Tirado, que luego no se llegó a ejecutar, que le condenó a dos años y nueve meses de prisión. A esta le siguieron otra de dos años por abusos a otra niña de Sevilla y una tercera por realizar tocamientos a una menor de Gijón. En este caso, el pederasta aceptó dos años y medio de cárcel.
El largo historial de condenas de Del Valle se puede ver engordado con tres años más de cárcel por abusar de una niña de cuatro años. Al menos, ésta es la pena que solicita tanto la Fiscalía de Sevilla como la acusación particular, ejercida por los padres de la menor, que es la máxima que recoge el Código Penal para este tipo de delitos, ya que aplican la agravante de reincidencia. Además, reclaman al pederasta una indemnización de 10.000 euros por los daños morales, que la acusación eleva hasta los 12.000 euros.
Los hechos por los que será juzgado Del Valle -por los que tenía que acudir cada quince días al Juzgado de Instrucción 8, mientras el Penal 1 no lo localizaba para comunicarle su ingreso en prisión- ocurrieron el 8 de diciembre de 2006 en el patio comunitario donde vivía la menor, a la que cogió en brazos para tocarle la zona genital y los glúteos. La defensa pide la libre absolución por falta de pruebas.
