Entre abrazos, con un ambiente más distendido, y evitando una declaración de despedida, el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, protagonizó ayer el último pleno como regidor de un ciclo de tres mandatos. Era una sesión extraordinaria, convocada después de que en el último pleno -del 29 de abril- no se pudieran aprobar todos los expedientes de reconocimientos de créditos -facturas de empresas pendientes de pago-, algunos desde 2004, que se querían liquidar antes de las elecciones. Aún quedará previsiblemente una última y breve sesión. Pero será ya después del 22-M, con Monteseirín como alcalde en funciones y sin Rosamar Prieto-Castro como presidenta del Pleno.
En la última sesión, entre acusaciones del PP de que existen "facturas sin pagar en los cajones" y la defensa por parte del alcalde de que se va con las cuentas saldadas, el Pleno tuvo que aprobar facturas pendientes por un importe de 7,3 millones de euros, la mayoría pertenecientes a la Delegación de Infraestructuras para la Sostenibilidad, y que se tuvieron que retirar del Pleno del 29 de abril por estar incompleto el expediente. Lo mismo que ocurrió con el contrato para la organización de un ciclo de conferencias en el que intervino Juan Espadas, que se frenó a instancias de la Intervención municipal, pero que esta vez no entró en el orden del día.
Los expedientes abonados se refieren a obras de reparaciones de vía pública y de mejoras en el alumbrado adjudicadas en los últimos años -hay facturas desde 2004- y pertenecientes a empresas como Sando o Martín Casillas. En tres casos, como advirtió el PP, los documentos llegaron acompañados de informes contrarios de Intervención. Estas tres facturas, por un importe de casi medio millón de euros, son cuestionadas por el interventor.
Cuentas aparte, todo fueron abrazos y despedidas de concejales que se dirigen al particular frente político cuya batalla se libra el próximo 22 de mayo. En ella estarán, aunque ya sin la tensión de 2007, más de la mitad del grupo socialista que no continuará en el próximo mandato -entre ellos Rosamar Prieto-Castro, Francisco Fernández, Alfonso Mir o Manuel Rey, quien se despidió- y los tres ediles del PP que no repiten -entre ellos, Vicente Flores-.
