Un hombre de 48 años ha sido detenido por la Policía en Málaga por maltratar presuntamente a su madre, una anciana de 83 años, que es invidente y sufre una enfermedad grave. Como consecuencia de las agresiones, la víctima ha perdido gran parte de su capacidad psicomotriz.
Según indicaron desde la Comisaría Provincial en un comunicado, los hechos, que tuvieron lugar recientemente en el domicilio de la víctima, se destaparon con la colaboración del Servicio Andaluz de Salud.
Además, las pesquisas de los investigadores también permitieron esclarecer la falta de higiene y de cuidados que recibía la víctima, que padece una grave enfermedad a consecuencia de la cual está aquejada de diversas dolencias.
Las mismas fuentes apuntaron que hay indicios tanto de malos tratos físicos como psíquicos. De hecho, como consecuencia de las agresiones de su hijo, la anciana ha ido perdiendo "gran parte" de su capacidad psicomotriz, sobre todo desde el pasado mes de febrero, coincidiendo con el despido intencionado de su cuidadora.
El atestado también hace alusión al mal estado de higiene del domicilio, algo corroborado por los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Málaga. Además, en previsión del mal uso de los bienes económicos de la mujer, que se encuentra ahora en situación de protección en una residencia de ancianos, se solicitó la intervención bancaria de sus cuentas.
Abusos de un ginecólogo. Por otra parte, la Asociación el Defensor del Paciente ha pedido a la Junta de Andalucía que abra una investigación para aclarar el caso de un supuesto abuso sexual por parte de un ginecólogo a una paciente en el Hospital Clínico Universitario de Málaga.
En un escrito remitido a la consejera de Salud, María Jesús Montero, la asociación entiende como "muy graves" los hechos en los que se denuncia un abuso sexual durante una prueba diagnóstica de una paciente y pide que se aclare el asunto.
La paciente, A.L.G., denuncia que el pasado jueves fue a una consulta ginecológica para hacerse una ecografía y, tras pedirle que se pusiera semitumbada -algo innecesario según el escrito- el médico le introdujo una sonda vaginal. Fue entonces cuando el ginecólogo comenzó a mover la sonda en la vagina de la paciente alegando que no veía algún detalle en la pantalla y se pegó completamente a la pierna de la mujer rozándole con su pene en la pierna mientras exclamaba la frase "ahí es donde quería llegar", según explica la paciente.
La asociación ha reclamado la investigación para aclarar los hechos y pide también que se instalen cámaras en las consultas que graben las exploraciones ginecológicas para poderlas utilizar en un posible juicio.
