Economía

Diversificar o... fin del viaje

La crisis y la irrupción de internet a la hora de organizar las vacaciones han obligado a las agencias de viajes a reorientarse y a centrarse, sobre todo, en el turismo alternativo, que requiere una organización más compleja y una cierta especialización

el 26 oct 2014 / 12:00 h.

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Viajes fotográficos, de aventura, para hacer deporte de élite, de avistamiento de pájaros, viajes para solteros, para monoparentales con hijos, para gays, viajes musicales, vinícolas o gastronómicos, de alto standing, clubs de domingos, viajes de novios al fin del mundo... El turismo alternativo está en auge porque cualquier actividad genera una oferta turística propia y las agencias de viajes no han tenido más remedio que adaptarse a los nuevos tiempos. Esos en los que el turista elige hotel y vuelo por internet tras consultar una web que compara ofertas. Esos en los que las agencias de viajes sólo son demandadas para organizar viajes especiales, personalizados o de larga distancia. Por eso el sector lo tiene claro: «Diversificarse o morir». La agencia de viajes Alventus de Sevilla organiza viajes de aventura y fotográficos, entre otros muchos. / EL CORREO La agencia de viajes Alventus de Sevilla organiza viajes de aventura y fotográficos, entre otros muchos. / EL CORREO «El viaje alternativo cada día tiene más adeptos, así que la oferta está muy diversificada», explica el presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes de Sevilla (Aevise), José Miguel Nicolás, quien lamenta que la empresa que está muy especializada suele ser fruto del autoempleo. «Se dan muchos casos en los que alguien que sabe mucho de una materia, como cierta disciplina deportiva o de fotografía o lo que sea, monta una agencia de viajes especializa en ese tema con la ayuda de un familiar», lo que, en su opinión, resta profesionalidad al sector. Los circuitos especializados requieren ofrecer al cliente material específico y seguridad, por ejemplo, sobre el terreno, de ahí la importancia del guía y esto, según Nicolás, «sólo lo da una agencia de viajes». Pero lo cierto es que el masivo uso de internet y la crisis económica dañaron en gran medida a este sector turístico. «En Aevise antes de la crisis había inscritas 52 agencias de viajes, ahora sólo hay 14. El resto cerró por el cese de la actividad», asegura Nicolás, que admite que la que sobrevive «tiene mucho mérito». Uno de los casos más conocidos de cierre reciente es el de la agencia Távora, que era «un referente en el sector», según Nicolás. «Es cierto que se han cerrado muchas agencias y que nos enfrentamos a grandes retos, como la competencia desleal o las nuevas tendencias de consumo, pero también hay agencias que han conseguido superar esta etapa, han sabido adaptarse a la nueva realidad, diversificando su negocio o especializándose», defendió la patronal en el comunicado en el que valoró el cierre «triste y lamentable» de Távora. La agencia de José Miguel Nicolás, Adriano, registra un 15 por ciento menos de negocio que antes de la crisis, pero apostó por este turismo alternativo y mantiene nueve empleados con un puesto de trabajo «de calidad y larga duración». «Nosotros somos especialistas en nordic walking (marcha nórdica), por ejemplo», explica Nicolás, cuya empresa cumple este año su veinte aniversario. «Contra internet no se puede hacer nada, sólo estar contento. ¿Por qué? Porque hay situaciones donde internet no llega. Para viajes complicados –defiende Nicolás– es una mentira, no es fiable. Los desplazamientos de cierto nivel no se pueden hacer por internet. Además, las referencias o comentarios que se registran en las webs son opiniones engañosas, no son de profesionales». Lo cierto es que la irrupción de internet y la agrupación de la oferta de vuelos y de alojamientos en portales especializados o en web comparadoras, como Booking, Skyscanner, Kayak, E-dreams, Rumbo o Atrápalo, ha conseguido que la nueva generación de consumidores digitales encuentre más fácil organizar su propio viaje. De hecho, un 39,9 por ciento contrata su alojamiento vía web, aunque todavía hay un 36,6 por ciento que lo hace por teléfono, según un estudio de la Universidad de Salamanca para el que se entrevistaron el pasado junio a 2.077 residentes en España. Evidentemente, la importancia de internet también es capital para el negocio del alquiler vacacional. La guerra entre hoteles y alojamientos alternativos siempre ha estado latente, pero se ha hecho más pública en el último año. Los hoteleros se han quejado tradicionalmente de que deben cumplir demasiadas normas para operar su negocio y que están muy controlados, frente a la laxitud con otros tipos de alojamientos, como apartamentos y viviendas turísticas. En segundo lugar, la irrupción en España de portales dedicados a listar alojamientos alternativos al hotel y a facilitar su búsqueda ha conseguido generar, aprovechar y visualizar un negocio que antes estaba muy disperso. Este estudio de la Universidad de Salamanca detalla que el 53,6 por ciento de los encuestados ha consultado portales especializados de alojamientos turísticos para preparar su viaje y que un 33,2 por ciento también miró en otras webs, de revistas, blogs, redes sociales o sitios con contenido turístico relacionado. Eso sí, las agencias de viajes y los hoteles también se benefician de la red, ya que sus ofertas y productos se distribuyen por sus portales llegando a un público mucho mayor. Sin embargo, el negocio hotelero siempre ha tenido una mayor distribución a través de agencias de viajes y aglutinando sus ofertas en paquetes vacacionales. Por el contrario, los apartamentos y pisos turísticos han tenido una distribución más fragmentada, con una promoción casi entre amigos, familiares y conocidos, amén de que su negocio es radicalmente diferente al de un hotel, que para ser rentable debe llenar un mínimo de sus habitaciones y, en estos tiempos, también rentabilizar sus instalaciones. Por eso el turismo alternativo está en la diana del sector hotelero, que busca otros clientes para sacarle partido, no sólo a sus habitaciones, sino también a sus bares, restaurantes, spas o piscinas. El gerente de la Asociación de Hoteles de Sevilla, Santiago Padilla, asegura que estos establecimientos buscan «todas las fórmulas posibles para mejorar el rendimiento de su industria» porque antes las habitaciones se vendían bien, igual que los salones, pero ahora «las estancias bajaron mucho de precio y cuesta trabajo ocupar los salones». En cambio, los costes fijos siguen ahí. Así que desde el hotel también se tiene claro que «se trata de diversificarte y buscar alternativas de negocio, o morir». ¿Y cómo lo hacen? En Sevilla los hoteles han puesto en marcha bastantes iniciativas para atraer clientes, sobre todo, el propio sevillano. «La apertura de terrazas es uno de los aspectos más novedosos porque se ha sacado partido a espacios desaprovechados con bares o restaurantes importantes. El objetivo es captar al público local», explica Padilla. El próximo 30 de octubre arranca las XIIIJornadas Gastronómicas en 20 hoteles de Sevilla y provincia tematizada, este año, alrededor de la cerveza. «Habrá un menú degustación con una tapa o postre elaborada con cerveza». «Hay que perderle el miedo a entrar en un hotel», sentencia Padilla. Además, los hoteles lanzan campañas como la de la siesta en verano, ofreciendo estancias reducidas para alejar al turista del calor del mediodía en pleno agosto por un bajo precio, desde 30 euros, según la categoría del hotel. Eso sí, «tuvo más efecto publicitario que de negocio», admite Padilla. Otra alternativa es utilizar los hoteles para realizar actividades ligadas, por ejemplo, al mundo cultural. «Hay empresas que traen a nuestros hoteles a grupos de personas para tomar un café o disfrutar y dar a conocer el valor histórico artístico del establecimiento». El objetivo, en definitiva, es usar el hotel para algo más que dormir. Y para eso también se organizan los viernes una ruta de cata de vino en hoteles de Sevilla. Arrancó el viernes 17 de octubre en el Hotel Alfonso XIII y se ofrecen vinos de la provincia marinados con quesos del mismo origen. Además, cinco de las siete catas previstas serán líricas «para el disfrute de los sentidos». «Cada vez hay más gente que busca algo muy distinto» Son viajes diferentes, basados en la naturaleza y la cultura, con rutas para andar, para ir en bici, para disfrutar en familia o buscar pareja. Alventus es una agencia de viajes especializada en todo lo que no sea el viaje tradicional. Así nos lo cuentan desde esta empresa sevillana que certifica que el turismo alternativo está «en auge». sevilla(camas) mountain bike, ©sergio caroNació en 1994, pero antes se llamó Caracol y Aljibe, y se ha mantenida abierta porque «cada vez hay más gente que busca algo distinto». Desde esta empresa nos aseguran que el uso de internet a la hora de organizar viajes les afectó sólo «a la hora de vender billetes de avión» y que, por contra, les ha beneficiado porque muchos clientes contactaron con ellos a través de su completa página web, www.alventus.com. «Hay clientes que contratan nuestras actividades y ellos buscan el vuelo. Nos hemos acomodado al mercado, ofrecemos servicios que no se encuentran en internet porque necesitan preparativos y un guía que vea in situ si la ruta se puede hacer o no», explican en Alventus. El Raid Trans Atlas o el Troglodita Bike para los amantes de la bici de montaña, viajes y concursos para los aficionados a la fotografía o para los incondicionales de la música son algunas de sus ofertas, pero hay mucho más. La empresa Alventus creó hace ya cuatro años la marca Puzzle que organiza viajes para solteros con niños y, hace dos años, la marca Drumbu, especializada en vacaciones familiares. «Había familias con un solo adulto que tenían problemas para viajar con los niños, así que nosotros les facilitamos las cosas para que pasen unas vacaciones, ya sean más o menos largas, extraordinarias con actividades dirigidas a los más pequeños», señalan desde Alventus, con una cartera de clientes «habituales muy importante». Otra de sus ofertas es el club de los domingos, con salidas de sólo un día a, por ejemplo, «Doñana o los Alcornocales». Y para más distancia, la vuelta al mundo en 31 días o la selva de Irati, Kenia o el Líbano. «Todo es cuestión de dinero y tiempo».  «La autocaravana da libertad y más oportunidad de aventura» «Las ventas no remontan, pero hay mucho interés por las autocaravanas y el alquiler está en auge». Esto es lo que asegura José Hidalgo, gerente de Autocaravanas Hidalgo, quien apostilla que esta forma de transporte «aporta libertad a la hora de organizar el viaje y más oportunidades de aventura». Es otra forma de programar tus propias vacaciones, un turismo alternativo que busca «la comodidad, el no estar con las maletas de arriba a abajo, el tener tus canales de televisión, tu cama o los juguetes de los niños», apostilla Hidalgo, quien rechaza que sea un vehículo para «ahorrar». bin_33028575_con_16349661 «Una autocaravana cuesta desde 50.000 euros, paga impuestos y su mantenimiento no es barato, así que el que la compra tiene recursos». Por tanto, no siempre es un turismo de bajo coste. «Muchos son personas con alto  o medio poder adquisitivo y, por eso, se exigen que en las ciudades haya zonas de pernocta, así se llaman, por ejemplo, en Francia, donde hay más de 8.000. Aquí hay en Puerto Gelves o Alcalá de Guadaíra y estamos en conversaciones con el Ayuntamiento de Sevilla para instalar una, tras un concurso público, junto a la estación del Metro de Blas Infante. Así, el acceso del turista al centro histórico de la ciudad sería rápido», detalla Hidalgo, quien recuerda que en estas zonas para estacionar debe haber toma de agua potable y desagüe, así como seguridad. Las francesas, además, tiene una estancia máxima permitida de 48 horas. «Hay que potenciar este turismo alternativo porque repercutiría en bares, restaurantes, tiendas y monumentos», concluyó. «Son rutas a medida para, por ejemplo, jugar al golf en Bután» Nuba no es una agencia de viajes tradicional, o sí para un determinado sector de la población: el de un alto poder adquisitivo. Organiza viajes personalizados y a medida del cliente que, por ejemplo, quiera jugar al golf en Bután a 4.000 metros entre Nepal y China. Según Jaime Baselga, éste es uno de los viajes que su agencia ya ha organizado desde su oficina en la avenida de la Buhaira de Nervión. Hay quien prefiere desayunar con Moët & Chandon tras un paseo en globo en pleno safari. Y también esto lo organiza Nuba, una empresa con sede central en Madrid que cuenta ya con 20 años de experiencia. En Sevilla, en cambio abrieron sus puertas en 2011 y, desde entonces, les ha ido «bien». Baselga asegura que organizan viajes a más de 50 destinos en todo el mundo y que su negocio se mantiene «estable» en plena crisis económica porque «el lujo no sufre como el resto de los mortales». El coste medio de sus vacaciones puede rondar entre los 5.000 y 6.000 euros, si bien matiza que evidentemente depende de si el viaje es de 15 días o de cinco. ¿Y hay poder adquisitivo suficiente en Sevilla para mantener el negocio? «Pues sí, aquí y en Toledo o en Madrid. Sólo hay que buscarlo», recalca el director de la oficina de Nuba en Sevilla. Eso sí, Baselga también explica que al ser la única delegación de Nuba en Andalucía, también tiene clientes de otras provincias, como Málaga. Además, explica que en los últimos tiempos su negocio se ha enfocado en gran medida al sector de los viajes de novios, «donde no se notan los recortes», apostilla este empresario. Nuba, por tanto, pretende cumplir los deseos de muchos que, con bastantes recursos económicos, quieren navegar en un yate privado por la bahía de Nueva York, ir al concierto de fin de año de Viena, comprar en los mercadillos navideños de Alsacia o conocer al auténtico Papa Noël en la Laponia Finlandesa.

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