División en la hermandad del Gran Poder de Los Palacios por llevar música

La junta de gobierno firma un contrato y los cinco ex hermanos mayores recogen firmas en contra

el 07 feb 2012 / 20:52 h.

La hermandad de Jesús del Gran Poder y María Santísima de la Soledad, la más populosa de Los Palacios y Villafranca -con varios miles de hermanos-, ha generado su enésima polémica al contratar los servicios de una banda local, la Agrupación Musical Santa María la Blanca, para acompañar a su titular, que se distinguía, al menos durante las últimas décadas, por el silencio riguroso de miles de penitentas y un trío de capilla que abundaba en la solemnidad de la procesión. Con la nueva banda de cornetas y tambores, "se cambiará el estilo de acompañamiento musical de nuestro titular cristífero", según reconoce y aplaude la junta de gobierno que encabeza José Muñoz en la página web oficial de la cofradía. El cambio, sin embargo, supone para el sector crítico -que ya prepara una alternativa para las elecciones del próximo 25 de mayo, cuando concluya una dispensa arzobispal de un año a la actual junta- "un foco de conflictos y enfrentamientos entre los propios cofrades, que no hace sino dividir aún más a la hermandad por las variadas y diversas opiniones que el asunto genera". Así se expresa medio centenar de cofrades, entre los que destacan los cinco últimos hermanos mayores de la cofradía, en una carta remitida al actual hermano mayor y en la que insisten en que la introducción de las cornetas y tambores "perjudica y altera claramente las señas de identidad de nuestra cofradía".


El caso es que el contrato ya está firmado y los integrantes de la agrupación musical se han mostrado más que entusiasmados con la novedad. La junta de gobierno, por su parte, consciente de la polémica interna, ha colgado una nota en su web en la que insiste en que "con la firma de este contrato, la junta de gobierno de nuestra hermandad no inventa absolutamente nada, sino que recupera" algo que desde la década de los 60 "fue tradicional en nuestra cofradía". Entre los hermanos de a pie, la Cuaresma está a punto de inaugurarse con un sector a favor y otro en contra de la introducción de la banda tras el paso del Señor.


La actual junta de gobierno hubiera terminado su mandato hace más de un año, pero consiguió una dispensa del Arzobispado para emprender unas obras de remodelación de la capilla que utiliza de sede canónica, la de la Aurora -del siglo XVIII-, por el mal estado de sus cubiertas. En plenas obras se vino abajo el pasado verano el retablo del altar mayor, lo que provocó un furibundo enfrentamiento entre la hermandad y una plataforma cultural que la acusaba de haber provocado el accidente y que terminó con la intervención del Ayuntamiento e incluso de la Comisión de Patrimonio del propio Arzobispado, que visitó la capilla y dictaminó la necesidad de restaurar el retablo y volver a colocarlo. Desde entonces, las obras continúan y la dispensa terminará en mayo, después de una mañana de Viernes Santo mucho más sonoro este año. La hermandad tiene intención de sacar los titulares de la capilla de la Aurora. La división entre dos sectores se ha agravado en los últimos meses, después de que los más tradicionalistas -partidarios del silencio y del expulsado capataz Julio Mayo- celebrasen una reunión con el cura para mostrar sus diferencias y media docena de costaleros asistentes fueran expulsados de las trabajaderas.

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