El Benito Villamarín debe convertirse en fortaleza para los partidos de casa. Fuente: EDD.
El Betis afronta mañana el segundo paso de ese largo camino hacia el ascenso a Primera. Tiene de especial que es el primero en su casa, el estadio Benito Villamarín. Con un equipo y un club como el verdiblanco, una afición como la bética y un reto como el ascenso, el clásico de que el feudo de uno debe ser eso, un feudo, a ser posible acompañado del también clásico inexpugnable como adjetivo, traspasa la categoría de tópico para transformarse en necesidad.
El Betis de Julio Velázquez tiene por delante 63 puntos en su campo, así que está obligado a convertirlo en una fortaleza compacta e inasequible para el enemigo. No como la pasada temporada, cuando los verdiblancos ganaron sólo cinco partidos, perdieron ni más ni menos que once y empataron tres, con lo que dejaron escapar la friolera de 39 puntos. Sí, 39.
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