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El bético aún no perdona al técnico

El Villamarín volvió a ver ganar al Betis en un partido marcado por el homenaje a Luis Del Sol. El triunfo no provoca la redención de Velázquez en casa.

el 26 oct 2014 / 09:45 h.

BETIS 14-15 La afición del Betis se volcó con los suyos. Foto: Manuel Gómez. A menos de una hora del comienzo del partido, la tímida afluencia de aficionados béticos por los alrededores del Villamarín podía hacer presagiar un cierto castigo al equipo de Velázquez en un encuentro clave para el devenir de éste. Todavía era pronto, pero se acabó confirmando: sólo 26.087. Lo cierto es que la parroquia verdiblanca apuró para acudir al estadio, aunque no se perdió el homenaje que recibió don Luis del Sol Cascajares, quien acabó alzando una camiseta bética con su 11 a la espalda. En ese instante, el coliseo heliopolitano presentó un ambiente casi festivo... Hasta que el técnico vallisoletano hizo acto de presencia. Por suerte, no deslució el acto de conmemoración, puesto que Velázquez apareció en la clausura de éste, justo después de que los dos equipos saltaran al terreno de juego y acabaran de sonar los últimos acordes del himno. La hinchada recordó al preparador verdiblanco su enorme descontento con una sonora pitada, que se reproduciría tras el tanto de Rubén Castro con un fuerte “Velázquez vete ya” que antecedió al también repetitivo “directiva dimisión”. Bastante significativo en un momento de alegría por el marcador. De la bronca tampoco se libraron los futbolistas, dicho sea de paso, si bien de manera algo más liviana en el inicio del partido. En el ambiente, sin embargo, no se percibía la tensión propia de una finalísima como la que tenía ante sí el técnico. Como si la pitada general se hubiese convertido en rutina, en el pan de cada día. Por lo tanto, normalidad e inquietud, estando el Betis de por medio. El primer balón no fue demasiado alentador. Una pérdida de Matilla con tintes de excesiva pretensión generó el primer runrún en el estadio. El segundo, a los tres minutos, tras una jugada de estrategia del Recreativo. No obstante, y pese a que esto pueda parecer demasiado para tan poco tiempo, el conjunto de Velázquez presentó síntomas esperanzadores, a la par que efervescentes. Y eso lo captó el público. Durante el primer tiempo, los futbolistas verdiblancos recuperaron el sentido de la combinación en zona peligrosa, los cambios de juego y la asociación en corto. Esta circunstancia provocó un soplo de aire fresco en Heliópolis, merced a la sociedad formada por Rennella y Rubén Castro junto con el mejor Kadir hasta la fecha. El canario, el más listo de la clase, anduvo participativo mientras que el franco-argelino, tan activo en ataque, como solidario y comprometido en defensa, hizo las necesarias delicias del respetable. Sin embargo, hablando de efervescencia, el empaque y la continuidad de este Betis es muy poco fiable, por lo que el Villamarín no tuvo un solo segundo de tranquilidad. Se combinaron momentos interesantes –para la costumbre reciente– con graves lagunas de concentración atrás, subiendo el ¡ay! de nuevo a la grada. Los peores momentos se vivieron con el empate a uno. Adán no lograba atinar en el saque de portería y las indecisiones atrás provocaron sustos de alto voltaje para la grada. En cualquier caso, el sufrimiento y la agonía parecen estar abonadas a las trece barras. Ni el 1-0 ni el 3-1 se disfrutó. Cuando el Recre acortó distancias el Villamarín volvió a recordarle a Velázquez que su crédito está dilapidado y que con el triunfo de ayer no obtiene la redención. En la conclusión, según Canal Sur Radio, Oltra se dirigió al vallisoletano con un llamativo: “así gana cualquiera, tienes una semana más. No llores más”.

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