El Betis rompió al maleficio ante el Espanyol, al que ganó 1-0 tras brindar una excelente primera parte y gozar de buenas dosis de fortuna en la segunda, en la que los pericos estrellaron dos balones en los palos y el árbitro les señaló un fuera de juego que no era –a Verdú– en una jugada de mucho peligro sobre el portal de Casto.
El triunfo permitió a los de Mel pasar la noche terceros, pese a estar con un partido menos que siete equipos y uno más que el Atlético, con el que se medirá el miércoles en el Benito Villamarín. Las tres victorias conseguidas en los cuatro primeros partidos suponen el quinto mejor arranque liguero de la historia del Betis en Primera.
Tal y como se preveía, después de que el 4-4-2 no funcionara ante el Rayo ni en Valladolid, Pepe Mel apostó por el cambio de sistema, prescindiendo de Jorge Molina en punta para reforzar la segunda línea con la presencia de Pozuelo, que se situaba por detrás de Rubén Castro y aportaba más dinamismo al ataque, mientras Juan Carlos y Agra abrían el campo por las bandas, esta vez sí, con velocidad y desborde. En especial por parte del extremo madrileño, muy activo desde el inicio y una pesadilla para el ex bético Javi López.
Esta vez sí tenía el Betis un plan bastante claro y sabía cómo llevarlo a cabo: le dejó el balón al rival, le cerró los espacios –los pericos no pisaron el área bética una sola vez en toda la primera parte– y se dispusieron para salir a la contra gracias a las aperturas de Beñat y la velocidad de Juan Carlos y Agra.
Lástima que Rubén Castro no estuviera ayer especialmente inspirado, pues muy pronto se puso de gol, pero pecó de egoista y remató de manera deficiente a puerta cuando tenía a Agra (11’) completamente solo a su derecha, quien acto seguido falló también en el remate tras una buena asistencia de Juan Carlos (12’).
Jugaba el Betis con las ideas claras, a la contra preferentemente, y tuvo ocasión de poner en liza otra de sus armas, pues cada falta que cuelga al área Beñat es un peligro cierto para los rivales. De esta guisa llegó el 1-0: una falta lateral bastante lejana ejecutada por el vasco y rematada de forma impecable por Paulao, que se estrenaba como goleador con el Betis al conectar un excelente cabezazo sin apenas coger carrera que hizo inútil la estirada de Cristián Álvarez.
Con el 1-0 tuvo el Betis sus mejores minutos de fútbol, solidísimo atrás, con una pareja de centrales –Paulao y Mario– que iba sobrada y un buen trabajo de todos en la recuperación, lo que permitió a Agra (32’) y Beñat (37’) plantarse un par de veces solos ante las narices de Cristián Álvarez, ante el que incomprensiblemente fallaron el 2-0, en especial el vasco, que gozó de la ocasión más clara.
Por ahí empezaron los problemas, pues poco antes del descanso se lesionó Paulao con un fuerte golpe en el tobillo que le tendrá varios partidos de baja y propicio el debut de Perquis.
Despierta el Espanyol. Con la ausencia del brasileño se acabó la tranquilidad defensiva atrás, pues lo que ocurrió en la segunda parte nada tuvo que ver con lo de la primera y la victoria del Betis corrió serio peligro pese a que los pericos acabaron jugando casi media hora con diez por expulsión de Wakaso en el 66’.
Los de Pochettino se hicieron de manera inesperada con las riendas del juego en medio campo y Wakaso (53’) y Simao (56’) lo aprovecharon para estrellar sendos remates en el poste mientras Verdú (55’) gozaba de otra ocasión muy clara antes de que le señalaran un inexistente fuera de juego (63’) cuando se disponía a fusilar el empate.
El Betis acusó el esfuerzo físico de la primera mitad y ya no salía con tanto peligro. Mel trató de equilibrar las fuerzas en la medular dando entrada a Nono en lugar de Pozuelo (56’) y el chaval tardó poco en provocar la expulsión de Wakaso (66’), con mucho tiempo por delante para finiquitar la contienda. Pero ni por esas. La verticalidad y el fútbol vertiginoso del primer tiempo desaparecieron, aunque al menos los verdiblancos supieron tirar de oficio para ir durmiendo el partido y llevarlo a un terreno más acorde a sus intereses.
Perquis poco a poco se fue haciendo fuerte atrás junto a Mario y, con el Espanyol en inferioridad y volcado, sí se presento alguna oportunidad para el 2-0, La más clara la tuvo Nosa en el 89’ tras una buena asistencia de Rubén Castro, aunque su remate se fue desviado. Aún hubo tiempo para un último susto de Verdú que no pasó de eso, así que el Betis, mientras mejora su juego, va haciendo buen acopio de puntos para el duro invierno. Ahora que llegó el otoño.
1 - Real Betis: Casto; Nelson, Paulao (Perquis, m.41), Mario, Nacho; Salvador Agra, Rubén Pérez, Beñat (Nosa, m.76), Juan Carlos; Pozuelo (Nono, m.55) y Rubén Castro.
0 - RCD Espanyol: Cristian Álvarez; Javi López, Raúl Rodríguez, Héctor Moreno, Capdevilla (Víctor Álvarez, m.79); Verdú, Tejera (Cristian Gómez, m.59), Víctor Sánchez, Wakaso; Simao (Ruí Fonte, m.59) y Stuani.
Gol: 1-0, M.18: Paulao.
Árbitro: Carlos Clos Gómez (Comité Aragonés). Expulsó al espanyolista Wakaso por dos tarjetas amarillas, en los minutos 45 y 61). Además, amonestó a los locales Beñat (m.29), Rubén Pérez (m.46), Nelson (m.57), Nono (m.71) y Agra (m.89), y a los visitantes Tejera (m.26), Javi López (m.53), Stuani (m.77) y Víctor Álvarez (m.92).
Incidencias: Partido de la quinta jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Benito Villamarín ante unos 33.208 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. Antes del encuentro recibió un homenaje el exjugador bético Rogelio Sosa, quien cumple este mes el cincuenta aniversario de su debut en el primer equipo verdiblanco.
