Sevilla se quedará mañana, casi con toda certeza, sin el acto más multitudinario programado por el Arzobispado para conmemorar el Año de la Fe. Esta misma tarde, los 16 hermanos mayores de las hermandades participantes en el Magno Viacrucis están convocados a las 17.30 horas en la sede del Consejo de Cofradías para dar oficialidad a una decisión que parece más que decantada a tenor de las predicciones meteorológicas para la jornada de mañana domingo. La Agencia Estatal de Meteorología confirmaba ayer los peores presagios: "Alta probabilidad de lluvias débiles, sobre todo por la tarde y noche", un riesgo de agua que se cifra en el 85%.
Ayer mismo, los cuatro cargos generales del Consejo de Cofradías visitaban por la mañana la Catedral para, en compañía del maestro de ceremonias de la seo, el canónigo Luis Rueda, cerrar los detalles del denominado "plan B": el rezo del Viacrucis en el interior de las naves catedralicias sin la presencia de imágenes y ante 14 cruces de penitente. A tenor de los pronósticos, el presidente del Consejo de Cofradías, Carlos Bourrellier, se mostraba ayer bastante pesimista sobre el desarrollo del Magno Viacrucis en la calle: "Sólo si mañana (por hoy) vemos que mejora el tiempo y se reducen los porcentajes de riesgo de agua, trasladaríamos la decisión final al domingo por la mañana. Si, por el contrario, se siguen manteniendo esos altos porcentajes de agua, mañana mismo (por hoy) se tomaría la decisión".
Nunca antes en el mundo de las cofradías una decisión de estas características se ha adoptado con tanta antelación, aunque en este caso hay muchas circunstancias, fundamentalmente organizativas, que justificarían tal excepción si, como parece, el Viacrucis no se libra mañana del agua. De este modo, las administraciones podrían ahorrarse buena parte del complejo dispostivo de seguridad previsto, sin que sea necesario trasladar a Sevilla efectivos de refuerzo de la Policía Nacional. Igual sucede con la emisora de televisión encargada de proporcionar la señal institucional, ya que no sería necesario un masivo despliegue de cámaras. O con el propio Consejo que podría ahorrarse la contratación del personal encargado de montar y desmontar las sillas previstas a lo largo del recorrido.
Los hermanos mayores tendrán esta tarde la última palabra. De activarse el plan B, el rezo de las catorce estaciones se desarrollaría en el interior de las naves catedralicias, a partir de las 18.00 horas, y el acto estaría presidido igualmente por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, dándose lectura a los pasajes evangélicos, a las meditaciones realizadas por el propio prelado y a las oraciones de Juan Pablo II. La Cruz de Guía del Silencio abriría el cortejo, mientras que el Lignum Cucis de la hermandad de Vera-Cruz permanecería en el Altar del Jubileo. La disposición de las 14 estaciones será en sentido inverso al habitual. Así, la primera estación se situaría a la altura de la sacristía mayor (nave de San Miguel), recorriéndose después el trascoro y la nave de Palos. La última de las estaciones está previsto que se rece una vez traspasado el Altar del Jubileo. Se mantienen los seis lectores previstos y la intervención del Coro de la Catedral.
El Consejo de Cofradías va a otorgar libertad a las hermandes que en principio iban a participar con sus pasos en este Viacrucis extraordinario para que o bien aquéllas que quieran puedan mantener sus templos abiertos, ante la avalancha de visitantes que se espera mañana en Sevilla, o bien puedan celebrar un viacrucis en sus respectivas sedes.
