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El ‘corralito’ de las preferentes

Miles de personas contratan una inversión de alto riesgo pensando que era un plazo fijo y ahora no pueden recuperar su dinero

el 01 feb 2012 / 21:14 h.

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Imagine por un momento que usted acude a su banco con un dinero que tiene ahorrado para contratar un depósito a plazo fijo o bonos del Estado. No tiene conocimientos financieros y, por tanto, lo que busca es un producto seguro que le deje una rentabilidad pero sin asumir riesgos. Llega el día en que usted necesita sacar ese dinero y acude a su mismo banco, pero en lugar de recuperarlo sin problemas, se entera de que lo que contrató no era lo que pensaba, sino unas participaciones preferentes de la entidad y que el banco tiene carta libre para hacer con su dinero lo que quiera sin que usted pueda reclamarle ni tenga margen de maniobra para revertirlo.

Manuel Marín cuenta su caso, que se repite por centenares. Su tía, ama de casa sin estudios, tenía todos sus ahorros, 13.000 euros, en un plazo fijo. Cuando llegó el momento de la renovación quería mantenerlo en las mismas condiciones, pero el director de su oficina le ofreció un producto que le asegura que es similar que ella acepta, aunque sin saber que lo que estaba firmando eran en realidad participaciones preferentes (9.000 euros) y obligaciones subordinadas (4.000 euros). "Lo que contrató eran títulos de deuda a perpetuidad -sin fecha de vencimiento-, en las que el banco no tiene la obligación de devolver el principal y el tipo de interés que paga se deja a la discrecionalidad del banco, que incluso no tiene la obligación de abonarlo", explica Manuel Marín.

Cuando ella quiere recuperar el dinero, la solución que recibe por parte de su entidad es que suscriba un préstamo personal al mismo tipo de interés que le pagaban, en este caso el 3%, aunque el gancho para que contratara este producto era el 8%, lo que da lugar a una situación "aberrante", abunda Marín, pues "no solo no puedes coger tu dinero, sino que te hacen un préstamo sobre tu propio dinero".

Ante la indignación, Marín optó por reunirse con el director de la sucursal que, casualmente o no, había sido trasladado de oficina para pedirle explicaciones. Su sustituto le justificó que era un producto muy demandado y que el capital estaba garantizado. "Le pregunté por quién estaba garantizado y me dijo que por el mercado secundario, que no era otra cosa que si un inversor quería recuperar su dinero se le hacía líquido cuando se vendía a otro cliente". Una operativa que recuerda mucho al conocido esquema Ponzi, un sistema de estafa piramidal, aprecia Marín.

Este banco, al igual que otros muchos, están ofreciendo a quienes compraron participaciones preferentes sin ser conscientes de lo que significaban, la posibilidad de sustituirlas por otros productos como obligaciones subordinadas y obligaciones convertibles en acciones del banco, aunque el valor nominal de esta emisión suele ser más bajo, con lo que se produce una merma sobre lo invertido. Para Marín "se trata de una ampliación de capital encubierta", que se somete ya al vaivén de la bolsa y que, en el caso de las obligaciones o bonos subordinados, plantean un plazo de diez o quince años para recuperar el dinero. "Tengo una clienta de 70 años a la que le vendieron las preferentes en lugar de bonos del Estado".

Manuel explica que a esta señora, cuando acudió a rescatar su dinero, 23.000 euros, le dijeron en el banco que "como la cosa estaba muy mala, el Estado se había quedado con el dinero de los bonos y entonces la entidad le dijo que le podía ofrecer sus propios bonos, aunque ella jamás tuvo los del Estado". Es una misma historia que se repite. El perfil del cliente es el de amas de casa, jubilados o personas sin conocimientos en finanzas como para poder decidir si la rentabilidad ofrecida les compensa para asumir o no ese riesgo y con ahorros de entre 10.000 y 30.000 euros, denuncia.

Ayer, el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, instó a la Defensora del Pueblo a intervenir ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por los posibles "abusos" de entidades financieras, ya que su oficina viene recibiendo "un elevado número de quejas y denuncias procedentes de personas, muchas de la tercera edad, que se sienten engañadas en la contratación de preferentes. Precisa que estas personas "denuncian la falta de información sufrida y el abuso cometido por sus respectivas entidades financieras, que se habrían aprovechado de su desconocimiento para obtener unos ingresos con promesas de unas ventajas y/o condiciones que finalmente no se han cumplido".

Qué son las preferentes 

Son un producto financiero complejo y de alto riesgo que aúna características de renta fija y de renta variable. El pago de la remuneración está condicionado a la obtención de beneficio distribuible y a la existencia de recursos propios suficientes. La entidad emisora se arroga el derecho de no pagar, si no quiere, una remuneración que no se puede acumular. Tiene un carácter perpetuo (el emisor no tiene obligación de reembolsar el principal) y no es un depósito bancario, por lo que no tiene el respaldo del Fondo de Garantía de Depósitos.

Qué dice la CNMV

La Comisión Nacional del Mercado de Valores constata que se ha producido un problema en su venta a clientes particulares. Actualmente, hay un volumen de 11.300 millones de euros en este tipo de emisiones, aunque la cifra era de 30.000 millones en mayo de 2011, antes de las operaciones de canje realizadas por Banco Santander, BBVA y Banco Sabadell. La CNMV abrió seis expedientes en 2006 por “problemas puntuales” en su comercialización. Y es que, por su perfil de riesgo, requiere de un test de idoneidad al cliente que, en la mayoría, no se realiza.

Cómo responden las entidades

Las entidades financieras ofrecen una recompra de esas preferentes que supone el canje de las mismas por obligaciones subordinadas y obligaciones convertibles en acciones de la entidad en cuestión. La queja de los clientes afectados es, por un lado, el plazo para recuperar el dinero invertido (diez años o más) y quedar sometidos a la evolución de las acciones en bolsa. La entidad propone el canje por instrumentos que le computen como capital. Sin embargo, una recompra suele implicar que se asumen pérdidas sobre el valor nominal.

Qué consejos seguir

La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros Adicae cifra en 700.000 los afectados por esta inversión de riesgo comercializada bajo la apariencia de depósitos a plazo fijo con rentabilidad garantizada. Por contra, se trata de una herramienta de recapitalización de las entidades, puesto que las preferentes son consideradas como recursos propios de la entidad. Adicae ha denunciado esta situación ante la CNMV, que trabaja en una guía sobre los criterios de canje y pide más transparencia en la emisión.

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