El Prado, además de un gran intercambiador de transportes, albergará el edificio de Moneo, que el alcalde dice haberlo rescatado para darle otros contenidos: salas de exposiciones y establecimientos de restauración, entre otros. Además, en él se ubicará un hotel y oficinas.
El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), explicó ayer que la idea de recuperar el edificio diseñado por el arquitecto Rafael Moneo para construirlo entre la estación de autobuses y los jardines del Prado, en uno de los márgenes de la Avenida de Carlos V, obedece a la necesidad de dotar a la ciudad de un gran "intercambiador de transportes" que también acogerá otros usos, en concreto, hosteleros y culturales.
Según afirmó, dicho edificio albergaría usos de "hostelería" y "salas de exposiciones". "Será algo más que una gran estación", apostilló.
Sánchez Monteseirín, en una entrevista con Canal Sur Radio, recordó que cuando en 1999 el Gobierno municipal de PSOE y PA acordó desechar el proyecto impulsado por la alcaldesa Soledad Becerril (PP) para construir un edificio administrativo en esa finca, pesaron las "necesidades" de los barrios. "Optamos por un plan de barrios", apuntó para justificar la suspensión de este proyecto, cuyas obras ya habían sido adjudicadas a la constructora Dragados, a quien el Ayuntamiento indemnizó.
Para el alcalde, se tratará del "mismo contenedor o continente", en alusión al edificio, pero con un contenido "totalmente distinto", orientado principalmente a los servicios públicos. La intención del Consistorio es trasladar allí las dependencias municipales ubicadas ahora en Diego de Riaño, así como oficinas de Tussam.
Según Sánchez Monteseirín, el proyecto incluye un aparcamiento subterráneo para vehículos privados y otro para autobuses, que se complementarán con la estación de Metro y la parada que ya funciona del tranvía. Por ello, aseguró que se tratará de un gran intercambiador para "entrelazar entre sí los diferentes medios de transporte" que confluyan en el Prado.
