Economía

El Gobierno ‘oculta’ los nuevos recortes hasta después del 25-M

El Ejecutivo desoye la urgencia reclamada por Bruselas, que prevé una caída del PIB del 1% a falta de conocer el presupuesto.

el 23 feb 2012 / 17:10 h.

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Sin sorpresas sobre lo previsto. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, confirmó ayer que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2012 se aprobarán el 30 de marzo, apenas cinco días después de que se celebren las elecciones autonómicas en Andalucía, y desoyendo la urgencia que la Comisión Europea ha pedido al país para conocer al detalle sus próximas cuentas. El comisario Olli Rehn advirtió de que no sopesará flexibilizar el objetivo de déficit hasta que presente el presupuesto y explique los motivos de la desviación de 2011.

Desde Andalucía, la consejera de Presidencia, Mar Moreno, criticó la "falta de seriedad" del Ejecutivo central al "supeditar los intereses de todo el país" a los comicios autonómicos. "No sé qué tendrá Rajoy en su cabeza para que le estén dando tirones de oreja desde la UE por no presentar los presupuestos", aseveró, ni qué planteará en las cuentas "que tanto piensa asustar a los ciudadanos como para dejar que pasen las elecciones sin tomar algunas decisiones que le está pidiendo Europa", señaló Moreno.

Rajoy, que se reunió con el primer ministro italiano, Mario Monti, avanzó que el cuadro macroeconómico que presentará en la primera quincena de marzo incluirá una caída del PIB superior al 1% que vaticina la CE, que apunta que el país seguirá en recesión hasta final de año. No obstante, Bruselas advirtió de que la contracción será probablemente mayor del 1% porque esta cifra no tiene en cuenta los recortes adicionales que el Gobierno debe aprobar en los presupuestos de 2012 para cumplir los objetivos de déficit, que aún no se conocen.

Por su parte, Rajoy afirmó que su previsión "no va a ser la más optimista de las tres", aseveró, tras recordar que el Banco de España prevé una caída del PIB del 1,5%, frente a la contracción del 1,7% del FMI y el descenso del 1% que augura la Comisión Europea.

El jefe del Ejecutivo, que indicó que se "esperaba" la previsión de Bruselas y era "plenamente consciente" de que iba a ser incluso "peor", afirmó que 2012 será un año "difícil" para España, lo que obligará al Gobierno a ser "realista" con sus previsiones económicas. Rajoy adelantó que los Presupuestos serán "realistas" y contemplarán una previsión de ingresos "sensata y razonable" y un techo de gasto "prudente". Así, añadió que el objetivo del Gobierno es cumplirlos, dado que buena parte de los problemas que ahora tiene España vienen de haber hecho Presupuestos "que luego no se cumplían".

"No vamos a decir que vamos a recaudar lo que no creemos que vamos a recaudar", subrayó Rajoy, tras indicar que posteriormente informarán a comunidades y ayuntamientos para que adopten las "medidas correctoras" que consideren necesarias con el fin de adaptar sus presupuestos a este nuevo escenario de recesión.

El presidente del Gobierno señaló que, una vez que presenten los Presupuestos, el Ejecutivo hablará con la Comisión Europea sobre el objetivo de déficit para este año, fijado en el 4,4% del PIB, dado que España partía de una previsión de crecimiento del 2,3% (y ahora se prevé una caída de, al menos, el 1%), y contemplaba un escenario de déficit del 6% en 2011 (frente al 8% que se estima ahora).

"Hablaremos con la Comisión, pero España cumplirá con sus objetivos de déficit", insistió Rajoy, tras señalar que el Gobierno está comprometido con la consolidación fiscal y las medidas que favorezcan el crecimiento y el empleo. "Son momentos de dificultad, pero toca gobernar pensando en el medio y en el largo plazo y no poniendo por delante nada que no sean los intereses generales del Estado", subrayó.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, rechazó suavizar el objetivo de déficit para España este año por considerar que ello provocaría una reacción negativa en el mercado y dispararía de nuevo la prima de riesgo. "Dar marcha atrás en los objetivos fiscales provocaría una reacción inmediata por parte del mercado. Los diferenciales de la deuda y el coste del crédito subirían. Ya hemos vivido todo esto", aseguró a The Wall Street Journal.

"No habrá reacción social porque somos justos"

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer que no habrá tensión social si el Ejecutivo es "justo" y explica bien a los ciudadanos las razones por las que debe tomar algunas medidas económicas. Según recalcó, su Ejecutivo no toma decisiones "para fastidiar a nadie".

"Lo único que puedo decir es que España y el resto de Europa en este momento necesita moderación, sensatez, equilibrio y que los gobiernos tomen decisiones pensando en el medio y largo plazo y en el interés general. Y también es obligado que los gobiernos expliquemos el porqué de nuestras decisiones", declaró Rajoy durante la rueda de prensa conjunta con el primer ministro italiano, Mariano Monti.

En línea con esa necesidad de hacer pedagogía que defendió, recordó que su Gabinete ha tomado en estos dos meses decisiones que afectan "a mucha gente", desde las organizaciones sindicales y empresariales, hasta las eléctricas, los funcionarios o los bancos. E insistió en que no habrá reacción social si las medidas que se adoptan "son percibidas" por la gente como "justas", sin que "perjudiquen" a unos u otros. "Si somos justos, si somos equitativos, estoy convencido de que no se va a producir tensión social", apostilló Mariano Rajoy.

El jefe del Ejecutivo, asimismo, admitió que el pasado domingo ya se produjeron en toda España manifestaciones contra los cambios en la legislación sobre el mercado de trabajo promovidas por los sindicatos pero ha recalcado que esa reforma es la que "necesita" el país. "Tengo que decir que las respeto [las movilizaciones], pero sinceramente esta reforma laboral es la que necesita España". Ni su Gobierno ni el de Mario Monti, agregó el mandatario español, toman decisiones "para fastidiar a nadie", sino para que "las cosas mejoren y para preparar un mejor futuro".

"Por tanto, no tengo temor a que se pueda producir una situación fuera de lo normal porque creo en la madurez, en el equilibrio y en la sensatez del pueblo español". "El resultado de las reformas no se verá en el corto plazo, pero a los que tengan dudas hay que decirles que estamos poniendo las bases para el futuro", concluyó.

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