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El humor no está en crisis

Las emociones positivas en el trabajo hacen ganar en productividad

el 04 mar 2010 / 21:22 h.

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Echarse unas risas en el trabajo no sólo no es malo, sino que aumenta la productividad, y eso, en términos empresariales, no es bueno, es buenísimo. Esto es lo que defendieron ayer Eduardo Jáuregui y Jesús Damián Fernández, de la empresa Humor Positivo, durante su conferencia El sentido del humor: un paraguas ante la adversidad, celebrada ayer en el Instituto de Estudios Cajasol, donde dejaron claro que, aunque la economía lo esté, el humor no pasa por una fase de crisis.

"Normalmente asociamos el trabajo al sufrimiento, a la seriedad, y nosotros abogamos por que eso no sea así, recomendamos todo lo contrario, porque las emociones positivas predisponen al empleado a trabajar mejor, y favorece las relaciones sociales", relató Jáuregui.

En este sentido, aseguró que existen estudios sobre el tema que demuestran que ver un vídeo cómico durante cinco minutos puede ayudar a los directivos de una empresa a tomar mejores decisiones. "El humor es algo muy serio", reivindicó, y añadió que existen muchas empresas que están aplicando diferentes técnicas de este tipo en el trabajo para mejorar su cuenta de resultados.

Un ejemplo de ello es el desarrollado en un banco de Nueva York, donde los empleados de caja tenían mucho estrés porque se le acumulaban numerosos clientes problemáticos. Para contrarrestar este asunto, que amargaba a los trabajadores de la entidad financiera, al director se le ocurrió dar un premio al cajero que hubiera tenido el peor cliente de la semana, de manera que los viernes ponían en común sus experiencias más negativas para ver quién había tenido que afrontar la historia más dura. El premio, una botella de champán y unas risas con los compañeros.

Muy productiva resulta la aplicación del humor en el trabajo a la aerolínea norteamericana South West, donde los asistentes de vuelo cuentan las intrucciones ante un posible accidente con monólogos cómicos. Desde que lo hacen, la compañía ha ganado pasajeros. "No se trata de convertir al jefe en Buenafuente, sino de que éste dé permiso a sus empleados para que sean más espontáneos, porque predomina la creencia de que si no se está con la cara larga no se está trabajando, y eso no es así", subrayó Jáuregui.

Además, aseguró que el aplicar o no estas técnicas no tiene nada que ver con que la empresa sea una pyme o una multinacional. "De lo que depende es de la dirección. De hecho, hay firmas muy pequeñas donde este concepto está extendido y cuando se hace más grande se hace más complicado aplicar el humor en el trabajo", añadió.

Según Jáuregui, la preocupación por este asunto está más extendida en EEUU, mientras que en Europa se habla menos de ello. "Aquí estamos más reprimidos por el tema de la disciplina y la eficiencia, pero esto no está reñido con el humor".

Crisis. Durante la conferencia, los dos ponentes abordaron la cuestión de la crisis mundial y el humor como alternativa para superar la adversidad. De hecho, pusieron ejemplos de cómo en los peores momentos es un buen mecanismo de defensa. "Aunque la economía esté en crisis, el humor no, de hecho están surgiendo muchos chistes en torno al tema", precisó.

Y para observar su importancia, sólo ver que el próximo 8 de abril se celebra el Día Internacional del Humor en el Trabajo.

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