El Pedroso mantiene la tradición ibérica de la Sierra Norte

No caen copos de nieve y ni siquiera se han colocado las primeras figuritas del belén, pero la Sierra Norte ya huele a Navidad. Y no es el olor a castañas asadas ni el de los mantecados, sino el de la tradición ibérica. El de los jamones, los chorizos y los morcones que cuelgan de los tenderetes del mercado de abastos de El Pedroso, que acoge durante el puente de la Constitución la XIV Feria de Productos Típicos y Artesanales de la Sierra Norte.

el 05 dic 2009 / 16:37 h.

 

Uno de esos aromas venía del puesto de Hermanos Gutiérrez, de Las Navas de la Concepción. "¡Pruebe la mejor morcilla del mundo!", gritaba desde detrás del mostrador Sebastián Gutiérrez, una de las cuatro generaciones de esta empresa familiar. Y, para dar fe de su afirmación, cogió su cuchillo y cortó unas rodajas de una excelencia ibérica que apenas duró unos cuantos segundos en el plato. Manuel Romero fue de los primeros en catar el manjar para, seguidamente, lanzar un aviso a navegantes -o quizás a sí mismo-: "Uno se puede pegar un homenaje aquí, pero hay que cuidar un poco el colesterol".

Pero para homenaje el que le brindó el Ayuntamiento de El Pedroso a El Correo de Andalucía, que fue elegido para inaugurar esta edición con motivo del 110 aniversario del periódico decano de la prensa sevillana. Su subdirector, Diego Suárez, ensalzó la calidad de la industria y la gastronomía de la Sierra Norte, a la vez que lanzó un deseo al aire: que la feria cumpla más de cien años como El Correo. Además de inaugurar la feria, recogió de manos del alcalde de El Pedroso, Manuel Meléndez (PA), la distinción del Ayuntamiento y el escudo pedroseño de oro y plata. Además, acudieron al acto los alcaldes de Cazalla de la Sierra, Constantina, Alanís de la Sierra y Mairena del Alcor, además del presidente y del gerente de la Mancomunidad de la Sierra Norte,

Tras la inauguración, el mercado se inundó de visitantes. Es más, el ayuntamiento calcula que en el primer día acudieron unas 25.000 personas. Mientras unos iban "picando" en cada tenderete, otros iban a tiro hecho, como José Manuel Martínez. Llamó a la familia y salió bien temprano de Villanueva del Río y Minas con un propósito claro: hacer las compras navideñas. En sólo un par de horas lo lograron, cargados de bolsas con quesos, chorizos y paletillas. "Lo único que nos falta es un carro para poder llevarlo todo al coche", explicaba al caer en lo lejos que había aparcado. Ese problema no lo tuvieron Jesús y Emilia, que vinieron en moto a por un poco de chorizo y un licor de Cazalla de la Sierra. Eso sí, se lamentaron por el detalle de que "el jamón no quepa en la moto".

Aunque sorprenda, no sólo de chacinas vive la Sierra Norte. De eso sabe bien Carmen González, de Bacalaos Dorimar, que tiene desde hace años su espacio en la feria para sorpresa de más de uno, que no sabía nada de pescados en la Sierra Norte. Carmen tiene su explicación: "la sierra es el mejor sitio para secar el bacalao". Prueba de ello es que su empresa lleva 20 años instalada en Castilblanco de los Arroyos.

Frente a tanta comida, hay un rincón que lo único que hace es llenar el espíritu. Ahí está tranquilamente Carmen Aranda, la hermana mayor de la Virgen del Carmen, con un rosario de recuerdos de la talla pedroseña que van desde llaveros, dedales y monederos con la imagen de la Virgen hasta relojes, belenes y participaciones de lotería.
El rincón para la hermandad es la muestra de que la feria no es sólo gastronómica.

Además de 124 expositores, la oferta se completa con paseos a caballo por los parajes naturales y un espacio joven con actividades. En ese esfuerzo por dar más peso, El Pedroso también se embarcó en un proyecto solidario: se descubrirá hoy al mediodía una cerámica en la plaza de España en homenaje a los pedroseños donantes de órganos y de sangre.

 


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