Se llamaba Pietr Piskozub, de nacionalidad polaca, tenía 23 años y pesaba 30 kilos. El pasado miércoles fue atendido en el hospital Virgen del Rocío con síntomas de desnutrición y deshidratación, recibió el alta médica y fue trasladado al centro de acogida municipal de la calle Perafán de Ribera, donde fallecería hacia las dos de la tarde. Ahora, toca esperar al resultado de la autopsia para esclarecer la causa de su muerte, y si hubo negligencia por parte del personal médico o del equipo del albergue.
Según informaron diversas fuentes municipales, el martes por la noche varios vecinos dieron aviso al Servicio de Emergencias 112. Europa Press detalla que dicho servicio recibió una llamada a las 21.57 horas y otra a las 22.15 horas alertando ambas sobre la presencia de un varón tumbado en el suelo en la avenida República Argentina, tras lo que se procedió a dar aviso a los servicios sanitarios, a la Policía Local y al Cecop.
A continuación, Piskozub fue atendido en el hospital Virgen del Rocío y recibió el alta hospitalaria sobre las 1.00 horas del miércoles, apuntando a un juicio clínico de problemática social, por lo que se requirió a los servicios de emergencia social del Ayuntamiento que lo trasladaron al albergue, donde se le intentó dar comida, porque no había comido ni bebido nada, procurándole una papilla de leche y galletas.
A continuación, el joven se desplazó al lugar habilitado para el descanso diurno en las instalaciones, donde fallecería poco después, mientras dormitaba en un sofá junto a otros inquilinos del albergue, a la espera de pasar al comedor. El 112 recibió una llamada a las 14.04 horas del miércoles alertando de un posible fallecido en las citadas instalaciones, ubicadas en Perafán de Ribera. Así, se procedió a dar aviso a los servicios sanitarios, a la Policía Local y a la Policía Nacional, que se hicieron cargo de la investigación de lo sucedido.
El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, dijo ayer lamentar muchísimo lo ocurrido en el albergue, hasta donde acababa de llegar, mientras que la concejal delegada de Familia, Asuntos Sociales y Zonas de Especial Actuación, Dolores de Pablo-Blanco, su-brayó que en el albergue estuvo solo una pocas horas.
Por su parte, la consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, defendió ayer la actuación del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y mostró su absoluta disposición en todo lo que en el marco de la investigación judicial se produzca, aunque insiste en que el joven recibió su atención inmediatamente y cuando salió del hospital se le llevó al albergue, y en principio estaba respondiendo bien a los tratamientos que se el habían puesto.
Las circunstancias médicas de Piskozub permanecen en secreto por la Ley de protección de datos, pero las preguntas de fondo quedan en el aire: por qué el joven polaco llegó deshidratado al albergue después de ser atendido en el hospital, y cuál fue la causa final de su fallecimiento. La autopsia dará la respuesta. H
