La primavera no sólo levanta los ánimos, también la economía. Y que se lo digan a Sevilla en el mes de abril, con la celebración de la Semana Santa, primero, y la Feria, después. En esas dos semanas, se mueven en la ciudad más de 400 millones de euros, lo que representa algo más del 2% del PIB sevillano (estimado en unos 20.000 millones de euros). Y eso en apenas 14 días. De momento, la Semana Santa ya ha generado en la ciudad unos 240 millones de euros; la Feria, que comienza el lunes, se estima entre 150 y 170 millones. La cuantía final dependerá, sobre todo, de la lluvia. Son cifras entre un 10% y un 15% menos que las de los últimos dos años. Aun así, la crisis aprieta pero no ahoga.
Los sectores implicados directamente en esta celebración de abril coinciden en señalar que aunque la crisis económica se deja notar, la Feria sigue siendo un motor destacable de la economía sevillana. Sobre todo para el sector servicios y el turismo, no tanto por la Feria en sí sino por todo lo que significan estas fechas en la ciudad: un destino de sol y luz, a tiro de piedra de la playa y con la celebración de la otra fiesta, los toros en la Maestranza. Sin duda, buenos ingredientes para atraer a turistas venidos de otros lugares de España y del extranjero, sobre todo, de Europa.
El turismo (nacional e internacional), según previsiones a partir de las cifras de años precedentes, dejará en la ciudad entre 25 y 30 millones de euros, entre alojamiento, restauración, ocio y compras y transporte. Esto significa, es cierto, que el volumen de negocio que se genera en la Feria en su mayor parte proviene precisamente de la propia economía sevillana. Los hoteles ya han anunciado que están al 70% de su capacidad.
Según un estudio sobre la Semana Mayor de Sevilla presentado a primeros de mes por el Ayuntamiento y elaborado por economistas de la Hispalense, el 40% de los 240 millones de euros que se generan en esos siete días los aportan los turistas que visitan la ciudad.
Otra de las diferencias estriba en que dos terceras partes de lo que genera la Semana Santa es negocio inducido, debido a que es una celebración que ocurre en plena ciudad y, por tanto, de ella se benefician todos los sectores. En el caso de la Feria, esto ocurre mucho menos porque todo ocurre en un sector cerrado y apartado de la ciudad.
Para habilitar ese recinto, el Real, Fiestas Mayores maneja un presupuesto de 3,3 millones de euros, una cifra que obtiene de las 1.047 licencias de casetas, otras 500 de diversas actividades feriales y 1.400 de los carruajes.
Esta última actividad es otro de los fuertes de la Feria. Según el Real Club de Enganches de Andalucía, la exhibición de enganches que se celebra en la Maestranza cada domingo de preferia tiene un coste de 180.000 euros, una cifra que es un buen indicador del motor económico que supone la Feria.
La Unión de Consumidores de Sevilla ha aportado esta semana una diferencia importante entre Semana Santa y Feria, sin embargo. Si en la primera se calcula que cada turista gasta 230 euros y el sevillano entre 60 y 65 euros en la segunda, según el estudio de los consumidores, cada feriante sevillano (el estudio no dice nada de los turistas) se dejará en el Real unos 800 euros. La diferencia es apabullante: se ve que la Semana Santa es más visual y goza más la mirada que el gusto; en la Feria de Abril, sucede más bien al contrario.
Uno de los sitios donde sí se genera una actividad extra es en la plaza de toros de la Maestranza, cuya actividad, además, sí que provoca un volumen considerable de negocio inducido en el entorno, sobre todo en la hostelería y los hoteles. "Tenemos todos estos días 200 trabajadores directos por la actividad en la plaza y los indirectos que se generan tienen que ser muchos más", asegura Ramón Valencia, gerente de la empresa Pagés, propietaria de la plaza.
"La crisis económica comenzó a notarse el año pasado y este año es cierto que se nota un poco más, pero las sensaciones que tenemos es que, dentro de la crisis, va a ser un buen año".
Los hoteles tendrán una ocupación elevada. Aunque la crisis se nota: "Estamos manteniendo las tasas de ocupación de otros años pero ajustando mucho los precios", asegura el gerente de la Asociación de Hoteleros de Sevilla, Santiago Padilla, quien alerta de que "este año los precios se han bajado un 10% respecto al pasado y en 2009 ya se bajaron un 15% respecto al año anterior".
Ésas son las cifras más o menos oficiales. "Sin embargo, el volumen de negocio debe ser mucho mayor porque en Feria hay mucha economía sumergida que no se puede contabilizar", aseguran fuentes de la Confederación de Empresarios de Sevilla.
Uno de los puntos sobre los que no hay datos oficiales es sobre cuánto empleo se genera esa semana. Ni la delegación de Empleo del Ayuntamiento de Sevilla, ni la consejería sobre esa materia ni los sindicatos tienen datos sobre el número de trabajadores vinculados a la Feria en Sevilla.
Por este motivo, en marzo el entonces consejero de Empleo, Antonio Fernández, anunció que, junto a la Inspección de Trabajo, iban "intensificar" la lucha contra el empleo sumergido tanto en la Semana Santa como en la Feria para evitar el fraude fiscal, un aspecto que preocupa profundamente a Haciendo en estos tiempos de crisis aguda.
Pero hay cosas que son cuantificables, como el millón de litros de cerveza Cruzcampo, media piscina olímpica, que van a beberse en el Real esos días, según prevé la empresa. "Ésta es la cifra prevista si no llueve; si llueve será menos. Cuanto más se supere el millón de litros es que mejor es la Feria", aseguran fuentes de la firma, que va a realizar un despliegue absoluto: 1.400 tiradores, 1.900 neveras, 3.400 mostradores y 3,5 millones de vasos de plástico. Con crisis o sin crisis, estos datos apuntan a que, al menos, la diversión estará asegurada y eso, al fin y al cabo, es lo más importante en la Feria.
