La esquina de la calle Manuel Vázquez Sagastizábal, donde se instalará el registro municipal. / Pepo Herrera
El Ayuntamiento de Sevilla sigue inmerso, un año después, en su operación mudanza, aquella por la que más de mil empleados municipales cambiarían su lugar de trabajo para ahorrar 1,37 millones en alquileres a las arcas municipales. El plan de reubicación no está exento de una complejidad que ha marcado mucho los plazos: un área no se podía instalar en un edificio hasta que se le acomodara un destino a los actuales inquilinos. El grueso de los cambios ya se han hecho efectivos. Es más, una cuarta parte se llevó a cabo en el último trimestre del año, cuando la plantilla de la Agencia Tributaria, formada por 235 trabajadores que estaban repartidos en tres inmuebles la calle Martín Villa, Plaza de la Encarnación yEdificio Pórtico se mudaron al edificio Metrocentro, antes ocupados por los servicios de Salud, Consumo y Mujer.
El nuevo movimiento en la operación mudanza no es, precisamente, la de mayor volumen, pero sí que tiene su importancia ciudadana: el registro general, espacio en el que el Ayuntamiento centraliza la recepción de escritos, solicitudes y documentos de los sevillanos y que también sirve para la entrega de documentación y escritos al resto de administraciones como la Junta de Andalucía o el Estado, tiene los días contados en su sede municipal de la calle Pajaritos. Su destino inminente será un local de 270 metros cuadrados enclavado en la estación de autobuses del Prado de San Sebastián que ha sido recientemente adecuado para este fin. Sólo falta culminar el proceso de adjudicación de un contrato menor para proceder el traslado del mobiliario y de los enseres del registro general. La presentación de ofertas finaliza hoy y, una vez se formalice el contrato, el traslado se debe cerrar en un plazo máximo de cinco días.
Al ser un contrato menor, la mudanza se debería hacer efectiva, como muy tarde, en marzo. Desde el Ayuntamientos son menos concretos: el estreno de la nueva sede será en primavera. El local elegido se sitúa en la calle Manuel Vázquez Sagastizábal y muy reconocible porque ocupa la esquina de la estación del Prado de San Sebastián. Para su utilización, el edificio ha estado dos meses en obras, con un desembolso de 58.695 euros. El inmueble se encontraba, según los informes previos, en mal estado por «su falta de mantenimiento». Los trabajos, realizados por Construcciones Gobasur, se han centrado en renovación de la instalación eléctrica, adecuación de los aseos y pintado completo de las dependencias, además de la colocación de una rampa de acceso en la entrada principal. Tras las reformas, las oficinas dispondrán de una sala de espera, una zona de atención al público y despachos.
La Delegación de Hacienda completará así una nueva etapa en su hoja de ruta, cuyo objetivo último es el de ahorrarse el coste de diferentes alquileres y reubicar a 1.067 funcionarios en edificios de propiedad municipal. Además de la anunciada marcha de la Agencia Tributaria al edificio Metrocentro, ya se habían completado otros traslados de cierta importancia, como el del personal del Instituto Municipal de Deportes (IMD) con 75 trabajadores, que el pasado verano abandonó su antigua sede del Estadio Olímpico para instalarse en el edificio polivalente de Arte Sacro, en el barrio de San Jerónimo. No es el único: el Servicio de Consumo lleva desde noviembre ubicado en la calle Jobo tras abandonar el edificio Metrocentro. Más tiempo llevan los 120 empleados de Salud y Mujer que antes estaban también en el Metrocentro en el Hogar Virgen de los Reyes. Este cambio, en todo caso, pese a su importancia para los sevillanos a la hora de cumplimentar los trámites, no es relevante en términos númericos: sólo afecta a ocho empleados.
Hace un año, la delegada de Hacienda, Asunción Fley, anuncio que tenía reservado tres millones para reformas en edificios municipales para esta operación mudanza. Del ahorro previsto de 1,37 millones, tan sólo el arrendamiento del edificio de la Encarnación de Sacyr y la penalización por retraso en la entrega a la constructora superaban sobradamente el medio millón de euros. Fley sostuvo, en su día, que, además del menor gasto y una optimización de recursos y sedes, se busca más cercanía al ciudadano. Eso llegará, pero antes los sevillanos se tendrán que acostumbrar a tanto cambio.
