El Banco Santander facilitará el pago de la hipoteca de la vivienda a los parados y clientes de la entidad que sufran un importante descenso de sus ingresos, según anunció ayer el consejero delegado del banco, Alfredo Sáenz, en la presentación de los resultados semestrales de la entidad. "Somos sensibles" a sus problemas, indicó Sáenz.
Esta iniciativa se aplicará a partir del próximo mes de agosto y se articulará a través de una moratoria de tres años sobre el capital principal, con el fin de aliviar las dificultades de la población a la hora pagar su hipoteca.
El consejero delegado del Santander explicó que, además de los trabajadores que pierdan su empleo, se podrán beneficiar de la medida aquellos particulares y autónomos clientes del banco que registren un descenso de sus ingresos en un 25%.
Según sus cálculos, la medida puede llegar a reducir la letra mensual de la hipoteca sobre la vivienda a la mitad. Es decir, hasta unos 300 euros en el caso de un préstamo por importe de 125.000 euros a un plazo de 25 años y con un diferencial de Euríbor del 0,7%.
Los tres años de carencia del capital principal se acumularían al final del plazo del préstamo, en los tres años siguientes, especificó el consejero delegado. "Es un alivio importante" de la carga, sostuvo, sin atreverse a cuantificar el impacto que la medida puede llegar a tener sobre las cuentas del banco.
Becas. Sáenz aprovechó el acto para anunciar una medida de apoyo a la creación de empleo a través de la concesión de becas a un total de 5.000 universitarios en un plazo de dos años en pymes relacionadas con el banco. La entidad se encargaría de un pago mensual de 600 euros.
El objetivo es facilitar el primer empleo a jóvenes con calificación universitaria, a los que el banco ayudará a buscar trabajo en prácticas durante tres meses en los ejercicios 2011 y 2012. El consejero delegado afirmó que la entidad confía en que cerca del 50% de los jóvenes "luego continúe trabajando en la compañía".
