La cuarta derrota de la temporada, tras siete partidos disputados en los que se escapó un título y el pase a la Liga de Campeones, ha confirmado que el Sevilla tiene un problema que urge resolver a la mayor brevedad posible.
Por diferentes razones, el equipo sigue dejando mucho que desear. Bien es cierto que ha comenzado con buen pie la Liga, pero también que sigue siendo imprevisible, como demuestra su tercer tropiezo en competición continental. Hasta el momento, la afición tan sólo le ha visto ganar en dos ocasiones: frente al Barcelona, en la ida de la Supercopa; y contra el Levante. Y esto, para un proyecto que quiere volar alto y ser protagonista, es muy poco.
El varapalo sufrido ante el París Saint-Germain dejó claro que el equipo sigue sin estar lo suficientemente acoplado, engrasado, en palabras de Antonio Álvarez. Este Sevilla 2010/11 lleva más goles en contra que a favor, la muestra más clara de que ni su nivel defensivo está siendo bueno ni el ofensivo es el del Sevilla de los últimos años. La búsqueda del equilibrio por parte del técnico sigue sin dar resultados, y la paciencia no es eterna.
Él, perro viejo en esto del fútbol, lo sabe perfectamente. Pero también que sólo una auténtica debacle hoy en Málaga le apartaría del cargo. José María del Nido, presidente de la entidad, no se plantea un cambio en el banquillo... por el momento. Por mucho que Álvarez diga que la impaciencia que se palpa es sólo en el entorno, en el club también existe. Otra cosa es que se admita.
VOTO DE CONFIANZA. Por ello, el Sevilla se ve ante la obligación de dar lo mejor de sí mismo para tranquilizar a todos y lograr un voto de confianza. Primero, para el entrenador, clave en la consecución del título de Copa y el pase a la ronda previa de la Champions el pasado mes de mayo; y segundo, para los jugadores, los nuevos y los de la llamada vieja guardia.
Pero no lo va a tener fácil esta noche el Sevilla en La Rosaleda. A la ya conocida motivación extra que para el Málaga supone enfrentarse al conjunto hispalense se unen las inquietantes bajas de Jesús Navas y Luis Fabiano. Ambos se caen por lesión respecto al partido del jueves. Konko, mientras, lo hace por decisión técnica. ¿Descanso? ¿Castigo?
CARAS NUEVAS. Sea lo que fuere, hoy se verá a un Sevilla distinto. Al menos en cuanto a caras sobre el césped. Jugadores como Negredo, Escudé, Alfaro o Fernando Navarro se perfilan como titulares en el deseo de encontrar aire fresco. Hasta Romaric y Acosta han viajado para echar una mano. Todo vale si el equipo da otra imagen... y suma puntos. El club y la afición esperan que así sea.
