Las fuertes rachas de viento arrasaron ayer varios invernaderos en la costa granadina, arrancando cubiertas de plástico y estructuras metálicas debido a la fuerza del vendaval, que no dejó heridos.
Las inclemencias del tiempo han afectado también al turismo que ha llegado estos días a Granada para practicar deportes de nieve. La estación de Sierra Nevada permanece cerrada desde el pasado miércoles debido a las rachas de viento, que superaron los cien kilómetros por hora. La web de Cetursa, la empresa que gestiona la infraestructura, avisó del riesgo "severo" de avalanchas.
En otras provincias como Cádiz, el temporal produjo estragos en el tráfico marítimo del Puerto de Algeciras. Hubo aretrasos y cancelaciones. Trayectos como la línea Algeciras-Tánger y Tarifa-Tánger sufrieron retrasos o cancelaron todas las salidas por las fuertes lluvias. El helicóptero del Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA) rescató a un trabajador que había quedado aislado por el agua del arroyo Salado en una finca de Arcos de la Frontera en la que estaba trabajando.
En Huelva, el alcalde de Almonte, Francisco Bella (PSOE), confió en que Costas sea "sensible" tras los daños en Matalascañas. El temporal ha provocado grandes pérdidas de arenas, sobre todo desde la zona de Caño Guerrero hasta el Coto de Doñana.
En Málaga más de un centenar de vecinos de la localidad de Casabermeja se volvieron a quedar incomunicados ayer tarde debido a la crecida del río Guadalmedina, que superó el nivel del puente que da acceso a sus viviendas. En la capital los bomberos tuvieron que realizar una veintena de salidas ante los problemas que la lluvia generó especialmente en la zona oeste, afectada por el tornado que se produjo el domingo.
El temporal parece que amaina. La Agencia Estatal de Meteorología redujo de naranja a amarillo la alerta declarada en Almería, Granada y Málaga.
