En el patio cubierto de la Casa de la Casa de la Ciencia, anoche, había un señor palpando un sofá que sólo pesa una kilo para hacerse una idea de su resistencia. Crujía un poco, a decir verdad, como corresponde a algo construido con bolsas de embalaje industrial. No se sentó, no fuese a tener la mala pata de dejar sin una de sus piezas estelares esta exposición de la Semana de la Sostenibilidad, Emisión Cero. Una cita con dos sedes donde no sólo se exponen los más curiosos chismes pensados por amor al planeta; además, y sobre todo, lo importante es saber y debatir qué le está pasando al mundo con la crisis de las energías, el cambio climático, la sobreexplotación y otros fenómenos y cómo ayudar a que la Tierra salga de ésta, cosa que se antoja harto difícil.
Conferencias, debates y documentales a cuál más interesante, y con grandes especialistas en esos temas, están listos para que usted vaya a verlos y a participar. Es gratis. Y de paso, no deje de asombrarse con esta exposición: un cubo de fregona con dos senos (uno para el agua sucia, otro para la limpia), almohadas de huesos de aceituna, zapatos de coco... Según decían anoche los organizadores (Asociación Despierta), sólo están yendo 50 personas al día. Haga que suba esa cifra.
