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Europa a los pies de un niño

El capricho que se dio el ya considerado mejor centrocampista de Inglaterra cuando marcó su primer gol con el equipo profesional del Arsenal fue comerse un huevo Kinder y beberse una Coca-Cola. Lo que da una idea de la edad con la que debutan estos gunners que eliminaron al Milan.

el 15 sep 2009 / 01:22 h.

El capricho que se dio el ya considerado mejor centrocampista de Inglaterra cuando marcó su primer gol con el equipo profesional del Arsenal fue comerse un huevo Kinder y beberse una Coca-Cola. Lo que da una idea de la edad con la que debutan estos gunners que eliminaron al Milan.

El Milan de Kaká, del mejor futbolista del mundo, campeón de Europa y del Mundialito de Clubes, fue laminado en San Siro (0-2), en la vuelta de los octavos de final de la Champions, por una tropa plurinacional de jovenzuelos que comandaba un futbolista español. Es algo inédito, porque los jugadores criados en la piel de toro siempre han sido muy refractarios a aventurarse más allá de nuestras fronteras. Pero quién sabe si Francesc Fábregas Soler (Arenys de Mar, 4 de mayo de 1987) es al fútbol lo que Pau Gasol o Rafa Nadal han sido a sus respectivos deportes en este país.

En la final del Mundial sub 17 de Finlandia, del que Cesc fue nombrado mejor jugador, dos personajes seguían sus evoluciones: Francis Cagiao, ojeador del Arsenal en España, y Steve Rowley, su jefe, un técnico que sólo tiene que rendir cuentas ante Arsène Wenger. El centrocampista catalán, que soñaba con ser Guardiola, estaba harto de la falta de competitividad en la cantera del Barça, "en los que llegábamos a los campos como atracciones de circo y le metíamos 15 ó 20 goles a todos los equipos". Cuando los gunners le propusieron integrarse en su equipo reserva, no se lo pensó. Hizo el petate y se fue a Londres.

Fue, sin duda, la mejor decisión de su vida, pues hoy sabe que "a estas horas, todavía estaría jugando en el filial, con suerte, cedido en un Segunda". Pero en Saint Albans, todo fue sobre ruedas. Patrick Vieira, el gran capitán, lo nombró enseguida como su sucesor natural; Wenger lo mimaba y le prodigaba los elogios que le racaneaba a cualquiera de sus estrellas; y Henry, el gran referente del club, le dijo en el descanso de su tercer partido en la Premier: "Juega como te salga de dentro, no tienes por qué pasarme todos los balones a mí".

Flamini y senderos.

La adaptación de Cesc a la vida inglesa fue sencilla porque el Arsenal no deja nada al azar y él lo puso todo de su parte. El español vivía en la casa de una señora que trabaja para el club acogiendo a jóvenes jugadores junto al suizo Senderos, dos años mayor que él, y al francés Flamini, que tiene cuatro más. El galo, el gunner más veterano del trío, se entendía en su idioma con el helvético quien, hijo de emigrantes gallegos, hablaba en castellano con el benjamín. Desde entonces, son inseparables y tanto Senderos como Flamini, dos internacionales absolutos con sus respectivas selecciones, aceptan como algo natural el liderazgo de Cesc, el más joven.

Con la marcha de Vieira, Cesc no sólo heredó el sitio en el once titular del crack, sino también el dorsal '4'. Una sugerencia de Wenger, que quería que este detalle simbolizase el relevo al timón del Arsenal. Con el tiempo, también portará el brazalete de capitán que hoy ostenta su compatriota William Gallas, cuya experiencia de treintañero que ha pasado por alguno de los clubes más importantes del continente valora Cesc más que nadie. "Sólo habla cuando tiene que hacerlo y siempre de forma respetuosa, algo importante cuando tienes a compañeros tan jóvenes". Pero pese a no llevar los galones, todos saben que Fábregas es quien manda sobre el césped.

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