La vecina C.O.G. falleció la noche del pasado domingo en la Unidad de Quemados de Hospital Virgen del Rocío, tras no haber podido resistir la gravedad de las quemaduras sufridas en un 40% de su cuerpo, a consecuencia del incendio en su vivienda de Lora del Río a primera hora del pasado sábado.
La víctima había logrado sobrevir milagrosamente al fuego originado en su vivienda pero fue trasladada muy grave al hospital, donde finalmente falleció. La fallecida, de 93 años, se encontraba en su vivienda, ubicada en una primera planta, cuando se originaba un espectacular incendio en su interior, del que todavía se desconocen las causas aunque las primeras hipótesis apuntan a que pudo deberse a un estufa.
La muerte de C.O.G. trajo ayer de nuevo a su municipio el debate entre los habitantes de esta población acerca del tiempo transcurrido desde el inicio del incendio y la llegada de los efectivos del cuerpo de Bomberos de Lora del Río. Y es que, según fuentes del mencionado cuerpo, la llamada de auxilio se produjo a las 9.16 horas y a las 9.30 ya se estaba actuando. Sin embargo, esta afirmación se contradice con lo manifestado por testigos directos, quienes aseveran que la llegada no se produjo antes de los 30 minutos desde que se diese la primera voz de alarma.
El funeral de C.O.G. que vivía en el centro de este pueblo de la comarca de la Vega y era bastante conocida entre sus vecinos, se celebró ayer por la tarde en la parroquia de Nuestro Padre Jesús, adonde se trasladaron numerosos amigos y conocidos para decirle su último adiós. La mujer recibió posteriormente sepultura en el cementerio de San Sebastián del mismo pueblo.
Entretanto, continúan las indagaciones para terminar de esclarecer las causas de este siniestro, así como todos los extremos relativos a la intervención de los cuerpos de seguridad.
C.O.G. fue la única víctima de este incendio, que originó un gran revuelo en el municipio, que ronda los 20.000 habitantes, por producirse en pleno centro y por la intensa humareda que provocó. No obstante, sólo afectó a la vivienda de la anciana, cuyo interior está calcinado mientras los vecinos más allegados lloran la pérdida de la anciana en tan dramáticas circunstancias.
