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"Felipe Reyes solo hay uno y solo habrá uno, ojalá un día llegue a parecerme un poco"

LA ENTREVISTA. Entre los genes que le dio su madre, la mítica Wonny Geuer, su esfuerzo y las directrices del mejor modelador de talentos Willy Hernangómez ha dado en el Cajasol un gran paso hacia el enorme jugador que un día será.

el 23 may 2014 / 01:13 h.

willywebNo es más importante el éxito que el camino que se recorre para lograrlo. La clasificación para la fase por el título de la Liga Endesa es la confirmación de un trabajo bien hecho, por el club, por sus técnicos, por sus jugadores. Por el ambiente positivo, por la dinámica que han sido capaces de generar todos ellos en el vestuario, en una temporada que entrañaba, de partida, muchos riesgos. Son muchos jugadores jóvenes a la vez. No todos se hubiesen atrevido, incluso clubes con tradición en ello, y aunque la materia prima fuese de primera calidad, esto es el baloncesto profesional. Está cerca de acabar la temporada, y de aquellos júniors ya no hay rastro, ahora son jugadores ACB por derecho propio, eso sí, con un largo camino por delante. «Llegué a Sevilla con un poco de dudas, por aquello de irme de casa, nuevo club, nuevo entrenador, no sabía cómo me iba a adaptar y estoy súper contento de cómo me ha acogido el equipo, los compañeros y los entrenadores, de cómo han salido las cosas, he mejorado muchísimo gracias a Aíto, a Diego (Ocampo) y a Javi (Carrasco), de los compañeros he aprendido muchas cosas y la verdad es que ha sido un año muy importante. Estoy agradecido al Cajasol por esta oportunidad», explicaba ayer Hernangómez tras un nuevo entrenamiento. ¿Por qué eligió Sevilla? Renové con el Real Madrid, que era muy importante para mí. Teníamos claro que un año de cesión era muy importante, siendo joven no es bueno estar parado. El Real Madrid me dejó elegir la mejor opción y no lo dudamos mucho, porque Aíto es el mejor entrenador posible para los jóvenes. Hablé con él cuando estaba de vacaciones, un poco para que me contara su idea y todo muy bien. Que hubiese mucha gente joven era también muy importante porque conocía a otros compañeros que han ido a equipos con muchos veteranos y se hace más complicado. En ese aspecto he tenido mucha suerte. ¿Qué le dijo en esa primera conversación Aíto? Hablamos de la idea que tenía, me preguntó si estaba estudiando, porque para él es muy importante que en tu vida no solo haya baloncesto sino que estés pensando en cosas aparte en la vida. En los estudios, en la vida diaria, te dice hasta que conduzcas bien, que tengas respeto por las personas, que estés pensando siempre. Fue una conversación muy tranquila y me vino bien para conocerlo un poco. Tu madre te habría hablado de su ciudad, donde se crió y dio sus primeros pasos en el basket. Aquí vive su hermana, mi tía, y veníamos en Navidades, Semana Santa, aunque yo era muy pequeño. Mi madre me habló del centro, de Triana, que probase las tapas, el pescaíto. Me ha encantado. Me contó que aquí estudiaba y jugaba al baloncesto a la vez, con 17 años se tuvo que ir a Madrid, tuvo que dejar a la familia y que fue muy duro irse de casa y estar en una ciudad que no conocía. ¿De qué está más satisfecho en la progresión de su juego? He aprendido detalles que no me había parado a ver, he mejorado la defensa en el pick and roll, estaba acostumbrado a estar atrás hundido en la pintura para taponar, y si quieres llegar a ser un jugador de alto nivel no puedes estar ahí, tienes que salir a hacer dos contra uno, hacer fintas, es un proceso muy lento y creo que he mejorado en ese aspecto. Creo que he mejorado también en lectura del juego, poder buscar espacios, poner buenos bloqueos y continuaciones. Con Diego (Ocampo) he estado muchas, muchas horas entrenando defensa, entrenando pase, poste bajo, ahora estoy centrado en los tiros libres. Creo que gracias a este año soy un jugador un poco más completo. Trabajo y más trabajo. Soy muy joven, sé que tengo que tener paciencia y trabajar mucho ahora. Y estoy contento. No porque algo salga un día significa que ya está, hay que trabajar doble para que esos frutos salgan en cada partido. Siempre me ha gustado mucho jugar en el poste bajo, pero ahora mismo es muy importante estar físicamente my bien, porque hay jugadores que son muy fuertes, muy altos, y yo no soy de los más altos. Me ayuda entrenar con Kristaps (Porzingis) o Balvin para aprender a evitar el tapón, a trabajar los contactos y hay que aprender también de ellos. Ha capturado casi el mismo número de rebotes ofensivos que defensivos. Una especialidad. Siempre me ha gustado ir al rebote ofensivo. El año pasado tuve la suerte de estar con Felipe Reyes, que es el mejor reboteador que ha existido y existe y me dio buenos consejos. En un Europeo sub 16 cogí 18 rebotes ofensivos en un partido, me dijeron que fue un récord FIBA. Este año al principio no cogía ningún rebote, y poco a poco he ido, porque si no vas al rebote no vas a coger ninguno. Tienes que ir a todos, si vas 10 veces y coges 2, pues habrá que ir 30 para coger más. A Aíto le gusta que trabajes, que luches, que vayas al rebote ofensivo siempre. ¿Cómo asimila que le comparen tanto con Felipe Reyes? Felipe Reyes solo hay uno y va a haber uno. Ojalá me parezca en los dedos del pie a Felipe. He tenido la suerte de estar un año con él, somos amigos y nos llevamos muy bien, he aprendido mucho de él. Quizás nos parecemos algo en el juego, lo damos todo en la pista, y un poco en el físico. Bueno yo soy más alto y salto más (ríe). Para mí es un referente en el que me fijo, y ojalá un día pueda parecerme un poco a lo que es Felipe y en las cosas que ha conseguido, que en la historia del baloncesto español es increíble. Un buen ejemplo de cómo se puede mejorar siempre, por ejemplo en el tiro. Él al principio tampoco metía los tiros libres, y no hay que tener prisas, trabajar poco a poco, tirar desde debajo del aro e ir saliendo poco a poco para aprender a tirar más lejos. En el baloncesto actual se juega mucho por el exterior, eso es bueno porque hay más espacios para jugar dentro, pero también tienes que aprender a jugar fuera y a defender a pívots que jueguen por fuera. Uno de mis objetivos es saber defender a un exterior, cambiar con un base en la defensa y aprender a tirar de 5 metros y de 7 metros más adelante. Dicen que más que un equipo sois una pandilla, que no os separáis. ¿El secreto? Somos una familia, casi todos somos de la misma edad y estamos todo el día juntos, salimos a comer, hacemos barbacoas, nos vamos a la playa... Eso es muy importante a la hora de los partidos, se refleja, y también a la hora de entrenar. En la Eurocamp del verano conocí a Balvin, a Joan Sastre, conocía un poco a Kristaps, a Beka de haber jugado en categorías inferiores. Antes de llegar al club Josep Franch me escribía por whatsapp, y así nos conocimos. He hecho muy buenas migas con él. Los españoles somos los que más juntos estamos, pero pasamos mucho tiempo todos, con Kristaps y Nico (Radicevic) jugamos a la play, somos todos. Luego los mayores son los que nos controlan un poco, como jóvenes vamos para  arriba y para abajo y ellos nos ponen la calma. Cajasol tiene la suerte de disfrutar de vuestra progresión ahora, pero también está la sensación agridulce de que se marcharán. Tenemos que aprovechar y disfrutar. Es una pena pero también está muy bien que los jugadores progresen, crezcan y se vayan a equipos top. Yo me alegro que a los compañeros les vaya bien. Satoransky empezó aquí, al principio la gente no confiaba mucho en él, ha trabajado muchísimo y ahora es uno de los mejores bases de la liga. Para mí es un orgullo estar este año con él, y aunque me eche muchas broncas (ríe), lo hace para que mejore y por el bien del equipo, para que esté más atento al pick and roll en la defensa. Me alegro que le vaya muy bien y le deseo lo mejor para el futuro. ¿Satoransky es, digamos, el jefe del vestuario? Joan Sastre es el capitán pero en el vestuario el que lleva la voz cantante es él, el que dice de ir a cenar todos, es al que todos hacemos caso, nadie se atreve a decirle nada porque está un poco loco (ríe). Se preocupa de cuidarnos, se preocupa por todos. Tenía una imagen diferente de él cuando no le conocía y me ha impresionado como jugador y como persona. Después de usted y de su hermano Juancho, que debutó con Estudiantes en la ACB, ahora su hermana pequeña completa la saga de los Hernangómez. Ha jugado el campeonato de España infantil, una toma de contacto con las competiciones de nivel. Está muy contenta y me alegro que le vaya bien. Empezó porque nos veía a sus hermanos jugar, de ver siempre en casa baloncesto y también es muy alta (1,83). Lleva tres años y es la mejor de los tres hermanos sin duda, es una jugona. Su madre fue campeona de España infantil con las Irlandesas de Bami, en sus inicios. Me lo recuerda mucho cuando nos picamos, siempre me dice que yo nunca he sido campeón de España, y tiene razón. Mi hermano tampoco lo ha sido, y espero que Andrea sí lo sea. ¿En su casa se habla de algo más  que no sea baloncesto? De todo, claro. Mi padre (Guillermo Hernangómez, exjugador del Real Madrid) y yo nos levantamos siempre a ver la Fórmula Uno, nos encantan las motos. Nos gusta mucho el norte, nos vamos de vacaciones con la caravana que tenemos y sobre todo nos gusta estar juntos. Este año he estado yo más alejado de ellos, y va a ser un verano muy familiar. Sí es verdad que tenemos canasta en casa, ya hemos partido varios tableros haciendo mates mi hermano y yo. Este verano le queda tarea también con la selección sub 20. Es mi último año de categorías de base y tengo muchísimas ganas. Hemos trabajado todos mucho esta temporada, ya he hablado con ellos y tenemos todos muchas ganas, y el hecho de estar entre los 24 jugadores de la lista previa ya es un premio.  El oro que logramos con la sub 18  fue un trabajo de la generación del 93 (Vives, Abrines, Jaime Fernández, Dani Díez). Albert Homs y yo estábamos ahí ayudando, y los del 94 tenemos que irnos con un buen sabor de boca ahora, necesitaremos la ayuda de los del 95, que es una generación muy, muy buena e iremos a por todas. En su proyección de futuro, supongo que su sueño es triunfar en el Real Madrid. Llegué al club como cadete de segundo año. Ya me siento afortunado con ser jugador del Real Madrid, pero también estoy muy contento de estar cedido aquí, en el Cajasol. En el Real Madrid solo están los mejores, buscas ganar todos los títulos posibles y para estar allí tienes que estar preparado, aceptar tu rol, que a lo mejor no es anotador, e incluso si te toca animar en el banquillo. Aquí he mejorado mucho este año, en el Madrid está muy complicado, tiene pívots muy buenos, tengo que seguir mejorando, aprendiendo y demostrar que a lo mejor un día puedo tener un sitio allí. Entiendo que prefiere seguir creciendo en un segundo año de cesión. ¿En Sevilla? Estoy seguro que el Madrid, mi familia, mi agente y yo veremos cuál es la mejor opción para mi progresión y mi futuro. El Real Madrid va a querer lo mejor para mí, siempre me ha cuidado y si ellos piensan que es bueno volver, será lo mejor entonces. Si es una cesión, ojalá sea aquí en Sevilla. Si el club quiere que continúe un año más se negociará y no habrá problema. Aquí estoy muy contento, muy feliz, y ojalá Cajasol me quiera un año más. ¿Esa tranquilidad que demuestra en la pista en cada partido, para una primera temporada en la ACB, viene con su carácter? El año pasado en el Real Madrid cuando salía dos minutos estaba súper nervioso, y los consejos que me daban Nico (Mirotic), Felipe, el Chacho eran que estuviera tranquilo. Mirotic me decía que cuando saliese a la pista que hiciese las cosas fáciles al principio, meterme en el partido y luego hacer cosas más complicadas. Este año he seguido ese consejo, hacer un bloqueo, dar un buen pase para que mi compañero meta una canasta, coger rebotes, hacer un mate e ir metiéndome en intensidad. Siempre que salgo intento ser intenso, defender a tope, correr la pista… luchar por todo y ha ido bien. Su madre, además de habérselo puesto difícil para superarla en el palmarés, ¿le da consejos? Sí que me lo ha puesto muy complicado. Ojalá pueda igualarla, es un reto en mi vida ganar un campeonato de Europa y hacer las cosas que ha hecho ella. Me da consejos de todo, técnicos, de cómo debería hacer las cosas, de que tenía que haber respirado más en el tiro libre o que tenía que haber animado más en el banquillo, de todo. Ella lo ha vivido, sabe cómo son estas cosas, y sabe lo que me va a venir bien para dar el máximo. Mi madre y mi padre se preocupan mucho de mí y de mi hermano, tener estos padres es un orgullo. Decir que mi madre es Wonny Geuer, que ha ganado el campeonato de Europa, que ha estado en las olimpiadas... se me cae la baba (ríe). Un play off para disfrutar. Da igual el rival que sea, tenemos que ir a tope y si podemos ganar… soñar se puede. Del play off no hablamos hasta antes del partido de la Penya. Dijimos, oye, vamos a hacerlo. Nuestro fallo al principio de temporada fue pensar  tanto en la Copa del Rey, y al final… nos ha ido muy bien la mentalidad del Cholo (Simeone), partido a partido y tenemos que seguir así, pensar en el Barça este fin de semana, e ir al play off a tope, sea quien sea, ganarles o dar una buena imagen, pero sobre todo estar a tope, y no irnos pensando que podíamos haber hecho más. Se ha visto que sin presión jugamos mucho mejor, en el campo del Gran Canaria, en el campo del Real Madrid, vamos a ir a partirnos la cara.

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