La Feria de Dos Hermanas arrancó muy poco concurrida el primer día, al menos a mediodía. Algunas casetas estaban a la hora del almuerzo literalmente vacías. Pero a lo largo de la tarde ya se fueron llenando, aunque no alcanzaron la concentración masiva que sí ha habido otros años.
¿Se han ido de puente -ayer y hoy festivos- o han dejado la feria para disfrutarla el fin de semana? Eso sí, el público que acudió ayer temprano estuvo a sus anchas y disfrutó del buen ambiente en las casetas, calificado por muchos de "familiar". Tranquilidad antes de que la jarana reine a las pocas horas.
En estas horas familiares no se tardaba una eternidad en ir de una caseta a otra, y se podían coger mesas para comer en grupo con relativa facilidad. Incluso había muchos aparcamientos libres alrededor de la feria y el atasco por la avenida de España parecía una leyenda urbana. ¿Quién dijo aburrido? Una gozada de feria. Ya llegarían los pisotones más tarde.
Las explicaciones de urgencia a este pinchazo del público al mediodía son variadas. Los más echaron ayer la culpa a la propia idiosincrasia de Dos Hermanas, ya que son muchos los nazarenos que trabajan en Sevilla, y como en la capital hispalense ayer fue día laborable, pues a ver cómo convencían al jefe. A lo largo de la tarde el aumento de asistentes fue progresivo, según salían del trabajo. Se les notaba en la cara las ganas de fiesta.
Otra explicación, ésta de policías locales, achacó al pescaíto del miércoles, al que siguió el cubatito, el bailecito, el encuentrito con los amigos... y se prolongó hasta altas horas de la madrugada. Por tanto muchos con ganas de feria cargaban las pilas en la cama o el sofá a mediodía para poder salir más tarde.
Eso sí, la crisis afecta a todos: a los que no han ido para no gastar y a los que van, que se lo piensan dos veces antes de pedir cualquier cosa en las casetas.
Hay devotos de la feria de Dos Hermanas como Ana Díaz, una auxiliar de enfermería que trabaja en Sevilla, quien planeó su jugada con previsión: "Me he pedido algunos días libres para vivir la feria. Afortunadamente tengo un puesto fijo y mi casa está pagada, así que no pararé hasta el domingo", comentaba.
Aun así, siempre existe la excepción que confirma la regla, que es lo que le pasa a Ana Belén Cortés, ésta auxiliar de clínica de 30 años que vive en Sevilla y trabaja en la clínica San Agustín de Dos Hermanas: "Tengo muchos amigos nazarenos, empecé a venir hace tres años y ya no me he perdido una feria, ni lo pienso hacer", destacaba recién salía de la comida de empresa de la clínica, donde por supuesto estos días sólo abre el área de Urgencias. Que no le haga falta a nadie.
Además, el PP de Dos Hermanas aprovechó ayer para invitar a sus militantes de Andalucía y Sevilla a una recepción a la que acudió el presidente del PP de Andalucía, Javier Arenas, la parlamentaria Alicia Martínez y el presidente del PP de Sevilla, Juan Ignacio Zoido. Este último confesó que trata de ir a Dos Hermanas "cada vez que puede". Pidió un deseo: venir a la feria en Metro desde Sevilla.
