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Gaza también muere de hambre

Tras 18 días de asedio y más de 18 meses de bloqueo por parte del Gobierno hebreo, el millón y medio de palestinos que viven en la franja de Gaza además de morir por las bombas de Israel también fallecen de hambre. "Gaza sufre una gran hambruna", denunció ayer la directora ejecutiva de la agencia de la ONU para los refugiados de Palestina -Unrwa- en España.

el 15 sep 2009 / 21:08 h.

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Tras 18 días de asedio y más de 18 meses de bloqueo por parte del Gobierno hebreo, el millón y medio de palestinos que viven en la franja de Gaza además de morir por las bombas de Israel también fallecen de hambre. "Gaza sufre una gran hambruna", denunció ayer la directora ejecutiva de la agencia de la ONU para los refugiados de Palestina -Unrwa- en España, Raquel Martí. La situación en la zona es insostenible "los palestinos tienen hambre, frío y están aterrados", alertó Martí, para quien el paso que se ha abierto para permitir la entrada de la ayuda humanitaria en Gaza es del todo insuficiente, porque no tiene capacidad para que accedan los necesarios camiones con productos básicos como alimentos y medicinas, de los que la zona está desabastecida. La directora ejecutiva de la Unrwa en España puso como ejemplo que si antes del bloqueo entraban en la franja 700 camiones diarios, "ahora sólo acceden entre 30 y 40, el domingo pudieron introducirse 93, de los cuales 37 llevaban alimentos del sector privado", explicó.

Así, insistió en que en Gaza no hay trigo, "por lo que no se puede hacer pan y para abastecer a toda la población harían falta 100 camiones de trigo al día, pero esa cifra es inalcanzable". A este problema se suma que los convoyes con ayuda de la Unrwa también han sufrido agresiones por parte del Ejército israelí, "en una de ellas incluso murió el conductor de uno de nuestros camiones", criticó Martí, quien espera que la promesa del ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, de no volver a atacar los camiones de la Unrwa se cumpla.

Raquel Martí reiteró que las condiciones de vida de la población palestina son durísimas, porque llevan mucho tiempo con el bloqueo, aunque denunció que lo que estos ciudadanos están viviendo ahora es mucho peor.

Antes de los ataques del Ejército israelí, del millón y medio de ciudadanos que viven en la franja de Gaza, 800.000 eran refugiados que dependían de la ayuda de la Unrwa y otros 250.000 recibían apoyo del Banco Mundial de Alimentos, "pero ahora esta cifra se ha incrementado, puesto que desde que comenzó el asedio atendemos a 28.100 personas más. Sólo el lunes acudieron a pedir ayuda 2.200 palestinos", informó.

Esta situación se debe, además de a la falta de los productos más elementales, a que las tropas de Israel lo bombardean todo. "Las casas están sin cristales, no hay combustible y la gente se ve obligada a quemar hasta sus muebles para poder cocinar", relató Martí.

Pero por si esto fuera poco, en la franja no se pueden hacer transacciones monetarias, por lo que, según la directora ejecutiva de la Unrwa en España, esta organización no ha podido abonar el sueldo del mes de diciembre a sus trabajadores en la franja.

A este testimonio sobrecogedor se une el de Alberto Arce, un cooperante español del Movimiento de Solidaridad Internaciones, que está sufriendo en sus propias carnes el drama del pueblo palestino. Ayer relató por teléfono a este periódico que el Ejército israelí está utilizando bombas de fósforo: "Hay casas quemadas en las que se han encontrado restos de misil con trozos de fósforo". Arce no puede oculta su indignación con Israel y comparó la situación que vive el pueblo palestino con un asedio medieval: "El Ejército israelí está aislando a la población y dividiendo los barrios y los campos de refugiados, los palestinos están agotados y la escasez que sufren de productos básicos es total, la zona está a oscuras y paralizada. Una niña ha llegado a morir por un ataque de asma".

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