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Griñán apela al juego limpio y pide atacar la corrupción, no al rival

El presidente reclama sueldos "dignos, públicos y transparentes"

el 13 feb 2013 / 12:36 h.

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Griñán, De la Chica y Jiménez, ayer en el Parlamento.

El nuevo curso que ayer arrancó en el Parlamento será, con toda probabilidad, duro y sucio. Duro porque la sangría de paro no parece que vaya a contenerse y sucio porque los reproches por los casos de corrupción que afectan a los grandes partidos protagonizarán más de un rifirrafe en la Cámara. El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, que hace una semana alertó del "guarrindongueo" de la derecha para defenderse del escándalo de Bárcenas -el extesorero del PP que supuestamente pagó sobres de dinero negro durante años a la cúpula popular- llamó ayer a los suyos a practicar el juego limpio. Hay que "legitimar la política no por la contradicción del adversario, sino por lo que seamos capaces de hacer", afirmó. Para recuperar la confianza ciudadana, dijo, es necesario que los políticos se centren en los problemas reales y no en "debates orgánicos" de los partidos ni en el ataque al rival.


Ni una cosa ni la otra interesan a los andaluces ni resolverán sus problemas, advirtió Griñán. El líder del PSOE-A, que se dirigió ayer a su grupo parlamentario horas antes de que se reanudaran los plenos, aseguró que los partidos tienen que estar "a la altura de las circunstancias" en un momento "crítico" y no pueden dedicarse a debates estériles. Griñán insistió en que la política "no puede ser una simple lucha por el poder" porque los ciudadanos "mirarán para otro lado". "Me asusta que podamos preocuparnos más por una encuesta de intención de voto que por la Encuesta de Población Activa", reconoció.


En este intenso curso parlamentario, Griñán marcó tres objetivos que, a su juicio, pueden ayudar a recuperar el crédito de la política: el empleo, el Pacto por Andalucía y la transparencia. Sobre empleo, defendió con firmeza el plan aprobado ayer por el Consejo de Gobierno, muy criticado por la oposición, y arremetió con dureza contra la reforma laboral y la política única de contención del déficit, culpables en parte, según el presidente, de los seis millones de parados. Griñán puso en valor el gran acuerdo que prevé tener listo el 28-F con partidos, sindicatos, empresarios y distintas organizaciones de la sociedad civil cuyo objetivo será "abrir la política y crear espacios de participación".

El armazón del Pacto por Andalucía será el nuevo acuerdo de Concertación con sindicatos y patronal. Precisamente ayer, la Junta se reunió con UGT y CCOO (en un encuentro de segundo nivel) y les entregó un borrador con medidas.
El secretario general del PSOE andaluz evitó mencionar el caso Bárcenas que mantiene acorralado al PP, pero dejó claro que sin una mayor transparencia los ciudadanos seguirán alejados de la política. Elogió el buen tono con el que ha arrancado la mesa política por la transparencia y se mostró convencido de que todos los partidos andaluces saben que hay que "luchar contra la corrupción, no contra alguien". "No se trata de utilizar la corrupción contra un partido ni contra nadie, sino de terminar con ella", abundó.


Eso sí, Griñán aprovechó para reclamar que se ponga fin a las donaciones de empresas privadas a los partidos y defendió la necesidad de que en política haya "sueldos dignos, públicos y transparentes" para evitar "los sobresueldos". "Un cargo, un sueldo; único y transparente", sentenció. Lo que no puede ser es que un candidato a presidente del Gobierno "gane cuatro veces más que cuando es presidente", concluyó.

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