Tras mantener una breve reunión con el presidente del Consejo Europeo para abordar los intereses de la Junta en el marco de la UE, Griñán defendió que Andalucía ha dejado de ser una región de convergencia para pasar a ser una región de competitividad, lo que significa que dejará de percibir paulatinamente Fondos Estructurales. Pero destacó la necesidad de que haya un periodo para que Andalucía se adapte a la no percepción de Fondos Estructurales.
En el encuentro, el presidente andaluz manifestó a Van Rompuy que el documento de la Comisión Europea sobre la Política Agraria Común (PAC) "teóricamente está bien en la concepción de las ayudas, pero a la letra le falta la música, es decir, los números y las propuestas concretas".
Griñán estimó que ese documento tiene que desarrollarse y expresó su preocupación por el control de fronteras de los productos agroalimentarios, de manera que las cuotas que países terceros tienen asignadas por la Unión Europea se cumplan en su dimensión exacta.
La situación económica fue otra de las cuestiones abordadas por ambos mandatarios y Griñán expresó el compromiso de Andalucía con la estabilidad presupuestaria y con la política de consolidación fiscal, que puede permitir sortear la actual situación de dificultad "haciendo todos un esfuerzo presupuestario". Previamente, Rompuy había elogiado las medidas adoptadas por el Gobierno español al respecto.
Griñán reconoció que todavía están pendientes de aprobación las Perspectivas Financieras de la UE, que pueden ser inferiores al 1% del PIB, por debajo del presupuesto andaluza actual debido a la situación económica y de las que dependerá la política de cohesión y la Política Agraria Común.
El presidente de la Junta anunció que a mediados de enero tiene una visita concertada a Bruselas para hablar con la Comisión Europea en un año en el que se van a hacer propuestas fundamentales para la UE y para Andalucía.
