Inmobiliaria del Sur (Insur) sigue volcada en su estrategia de apostar por el arrendamiento y la VPO para soportar los embates del crisis, especialmente cruenta con el sector del ladrillo. Esta apuesta de la compañía sevillana, que cotiza en bolsa, unida al fin de ventajas fiscales, como la eliminación a la deducción por la compra de vivienda, le ha valido para apuntarse, un año más, beneficios frente a la tónica generalizada de pérdidas en las firmas del sector.
En concreto, el beneficio neto del grupo se situó en los 7,7 millones en 2010, el 24,4% menos. En cuanto a la cifra de negocio, alcanzó los 61,4 millones, un 12,5% más que en el ejercicio anterior. Este crecimiento fue más acusado en el apartado del arrendamiento (12,3%), que en el de promoción inmobiliaria (9,7%).
Durante la junta general de accionistas, que se celebró ayer en Sevilla, se pusieron sobre la mesa y aprobaron estas cuentas. El director general de Insur, Francisco Pumar, indicó, en lo que respecta al alquiler, que, aunque ha aumentado la cifra de negocio, la tasa de ocupación de los edificios en arrendamiento se encontraba en 2010 al 90% de su capacidad, "debido a la entrada en carga de tres nuevos edificios durante 2009 en un momento de baja actividad".
Además, Pumar subrayó que la compañía espera que los ingresos por arrendamiento se eleven a 20 millones durante este año, frente a los 16,9 millones que supusieron en 2010.
En lo referido a la promoción inmobiliaria, destacó la importancia que Insur ha dado en los últimos años a la VPO, cuyas primeras promociones ya se están desarrollando y tienen una entrega prevista en 2012. "Esperamos que la vivienda protegida constituya un tercio de la actividad de promoción para compensar, de esta manera, los vaivenes de la de uso libre", explicó Francisco Pumar, quien añadió que los resultados previstos para este ejercicio "son similares a los de 2010, a pesar de la coyuntura económica".
En este sentido, el presidente de Insur, Ricardo Pumar, quien fue ayer reelegido en su cargo para los próximos cinco años, subrayó que la compañía, a pesar de la crisis del sector, el aumento del paro y el endurecimiento de las condiciones financieras, ha demostrado "una vez más su solidez, capacidad y resistencia a la crisis".
Asimismo, hizo hincapié en otro de los apartados más importante de las cuentas, el que se refiere a la deuda financiera, que se redujo un 9,64% respecto a 2009, y se situó en 22,76 millones. En este sentido, aseguró que Inmobiliaria del Sur sigue manteniendo una "sólida situación, una adecuada estructura financiera y una cómoda posición de liquidez", dado que además sólo el 18,9% de la deuda financiera es a corto plazo. "El futuro mercado inmobiliario será muy distinto al que se ha conocido hasta el momento, por lo que ya trabajamos para adaptar la estrategia de la compañía a la nueva realidad, caracterizada por una menor demanda de vivienda, además, más exigente y una financiación restrictiva", indicó.
