-Líderes, pleno de puntos en Liga y vivos en la Copa, ¿había imaginado un inicio así?
-Para nada. Ni en los mejores sueños puedes imaginar un comienzo tan prometedor. Hay una cuestión muy positiva, y es que el equipo está aprendiendo a vivir al margen de lo institucional
-El grupo ha soportado un verano repleto de dudas. ¿Qué ambiente impera en el vestuario?
-El ambiente es de tranquilidad absoluta. No vamos a tirar las campanas al vuelo. Quedan 38 partidos y esto no ha hecho nada más que empezar. La moral la tenemos alta, sí, pero somos realistas.
-¿Cuál ha sido la clave del excelente inicio?
-Que Mel ha sido muy valiente. Ha combinado la ilusión y el desparpajo de los chavales con la madurez de los veteranos, pero para hacer eso hay que tener las ideas muy claras.
-Elche y Valladolid, dos de los aspirantes al ascenso, ya han perdido ante el Betis...
-Bueno... Mis sensaciones son muy positivas. El grupo está 100% comprometido con la causa. Yo llevo muchos años aquí y una unión de este tipo hacía mucho tiempo que no se veía.
-En el plano personal, usted ha protagonizado una metamorfosis... De ser uno de los posibles descartes en verano a ser una de las revelaciones, ¿no?
-Yo lo tenía claro. Mi idea era quedarme en el primer equipo, y si Mel no contaba conmigo hubiera buscado un nuevo sitio, pero hemos tenido la suerte de que él sea el entrenador. No esperaba avanzar tanto en tan poco tiempo.
-¿Habló con usted Mel el domingo?
-Sí, pero sólo para felicitarme.
-Con Víctor Fernández ni entrenaba con la primera plantilla y con Tapia sólo disputó 7 minutos. ¿Se equivocaron con usted?
-Bueno, Víctor ni me llamó para entrenar, pero lo que ahora me importa es que Mel es muy valiente y su discurso de cantera es real. Él nos está mostrando el camino.
-¿Le defraudó Víctor Fernández?
-No, no. Él creía que no estaba preparado y punto. No tengo nada que demostrarle a nadie, sino a mí mismo.
-¿El mejor entrenador de su carrera?
-Pepe Mel, sin duda. Está consiguiendo muchísimas cosas con el bloque al que todo el mundo criticaba el año pasado. Es trabajador y a los canteranos les mira a la cara, algo que no había hecho nadie.
-¿Cree que el Betis necesita fichar a un delantero?
-Supongo que si no ha venido uno es porque ha sido imposible. Ahora vamos con el miedo de que Rubén Castro se lesione. Si se queda fuera de combate nos quedaríamos un poco escasos, pero a Jorge Molina ya le queda poco.
-El Betis es un candidato al ascenso, ¿apunta a algún rival en la quiniela?
-Con el nuevo formato crece el interés por estar ahí, pero creo que tienen ventaja Valladolid, Rayo Vallecano y Xerez.
-¿Pensó en verano en abandonar?
-Bueno, fue duro el principio, pero pronto me di cuenta de que los trenes sólo pasan una vez y el mío se había parado junto enfrente y no podía dejarlo escapar.
-¿El momento más feliz de su carrera?
-El del domingo cuando marqué el 2-1. Ver el campo lleno motiva a cualquiera. Fue inolvidable.
