68 después de la aparición en el entorno del Teatro Romano de Santiponce de las tres grandes esculturas que se custodian hoy en el Museo Arqueológico de Sevilla, las entrañas de Itálica vuelven a vomitar lo mejor de su patrimonio artístico. Y todo, gracias a la reactivación de un proyecto estancado desde los años 70.
Las excavaciones promovidas por la Consejería de Cultura en el cerro de San Antonio de Santiponce, concretamente en un solar de la calle Siete Revueltas que conforma un promontorio sobre el antiguo teatro romano de la antigua ciudad de Itálica, han sacado a la superficie los vestigios de grandes cimentaciones previas al propio espacio escénico (cuya edificación se remonta al siglo I después de Cristo) y la cabeza diademada de una estatua que corresponde a una divinidad femenina, y cuya calidad, a expensas de informes posteriores que elaboren los técnicos del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), la iguala a las grandes esculturas custodiadas en el Museo Arqueológico de Sevilla.
Estos hallazgos vienen a corroborar el potencial aún por descubrir de Itálica, cuyo recinto arqueológico hoy visitable por el público no se corresponde con las zonas nobles de la antigua ciudad romana, cuyo foro, con sus templos, edificios administrativos, termas y espacios públicos, se encuentran enterrados bajo los terrenos en los que se ha producido el hallazgos, perimetrales al Teatro Romano, y en la dirección opuesta al recinto arqueológico que hoy se conoce.
Concretamente, el hallazgo se ha producido en la finca del número 11 de la calle Siete Revueltas, donde la Consejería de Cultura promueve desde hace poco más de un año una serie de excavaciones arqueológicas para ampliar el recinto del rudimentario mirador del teatro y conocer el pasado del cerro de San Antonio, donde, además del foro y los edificios públicos de Itálica, se ubicaría el asentamiento más antiguo de la ciudad romana.
De este modo, durante las excavaciones, los arqueólogos y técnicos han descubierto los restos de los cimientos de una gran construcción de adobe previa a la edificación del teatro romano, levantado entre los años 30 y 37 d.C. No obstante, también han surgido restos de cimientos correspondientes a otros edificios posteriores, con lo que el trabajo de los expertos debe aún esclarecer el valor y potencia del hallazgo.
De cualquier manera, el descubrimiento más importante es la ya citada cabeza diademada de la estatua en mármol blanco de una divinidad femenina, siendo la pieza rescatada en el mismo sector en el que se realizaron los hallazgos más recientes de Itálica: Las estatuas de Diana, Venus y Mercurio, encontradas en 1940 y custodiadas en el Arqueológico como las obras más importantes de la antigua ciudad romana.
Encaminados a la adecuación y mejora de los entornos urbanos del Teatro Romano y las Termas Menores de Itálica, los trabajos en los que se han encontrado estos objetos arqueológicos de tan alto valor comenzaron el pasado mes de febrero de 2007 con la expropiación -la Junta prefiere darle a esta operación el nombre de compra, puesto a que se ha llegado a un acuerdo económico con los propietarios- de varios inmuebles y terrenos colindantes al teatro.
Iniciadas las tramitaciones el 31 de enero de 2007 por el delegado de Cultura de la Junta de Andañucía en Sevilla, Bernardo Bueno, las primeras afectadas fueron cuatro viviendas situadas en la calle Velázquez, que dificultaban la visibilidad del teatro. Tres compras más en abril (las casas de la calle San Antonio) y una última en septiembre es el saldo momentáneo de una operación que tiene como objetivo delimitar un perímetro que garantice la conservación y revalorización del teatro y su conjunto y que comenzó a desarrollarse entre 1970 y 1989, quedándose estancada hasta el año pasado.
A expensas de unas negociaciones no finalizadas con otros vecinos de la zona, el propio delegado provincial de la Consejería de Cultura, Bernardo Bueno, ya había señalado en declaraciones a Europa Press hace unos meses que más allá de las tres viviendas expropiadas por su departamento en la calle San Antonio y el procedimiento abierto sobre cuatro casas de la calle Velázquez, se prevé expropiar otras viviendas y fincas del entorno del cerro de San Antonio.
El teatro romano de Itálica se construyó en tres etapas, entre los años 30 y 37 d.C. Posteriormente, durante los años 60 y 80 d.C, se efectuaron reformas de gran importancia en la fachada semicircular y en la escena. A fines del siglo I y comienzos del siglo II, el 'porticus post scaenam' se transformó en patio cerrado y algunos años después se construyó en él un templo dedicado a la diosa Isis.
