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Jorge Molina ha resucitado con Pepe Mel

El alcoyano ha intervenido en ocho de los once goles que lleva el equipo desde el relevo en el banquillo y lidera el Betis en plena sequía de Rubén Castro y Rennella.

el 22 feb 2015 / 23:16 h.

Jorge Molina celebra el 1-0 ante el Girona / Foto: Manuel Gómez Jorge Molina celebra el 1-0 ante el Girona / Foto: Manuel Gómez El Betis venció al Girona en una gran noche para los béticos, profesionales y aficionados, pero sobre todo para un hombre imprescindible en los grandes éxitos verdiblancos de las últimas temporadas, aunque durante muchas jornadas de esta temporada desapareció de la faz del equipo sin que trascendiesen motivos de peso suficiente para justificarlo. El protagonista, no podía ser otro, es Jorge Molina, inseparable socio de Rubén Castro y referente para la afición en las duras y las maduras por mucho que la sombra del canario, con razón, sea alargada. Ahora que no lo es tanto, su compañero y amigo ha resucitado de entre las sombras de la suplencia. Desde que llegó Pepe Mel, el 19 del Betis vuelve a ser el que casi siempre ha sido. El primer dato que corrobora el crecimiento de Molina es que ya ha pasado a ser el segundo goleador del equipo. El tanto que obtuvo anteayer es el sexto en lo que va de Liga, así que adelanta a Rennella, que lleva cinco. Ese registro, el de seis dianas, es el mínimo que siempre ha alcanzado en el Betis (fue su tope en la 2011-12). Eso sí, aún está muy lejos de su mejor marca como verdiblanco, los 18 tantos de la 2010-11. El partido clave para Molina en lo que va de temporada fue la visita al Alcorcón. No porque fuese el primero de la nueva era Mel ni porque decidiese el triunfo. Es más, sólo jugó quince minutos y el resultado final fue 0-0. Lo importante de aquel encuentro ocurrió en el minuto 42, cuando el alcoyano todavía estaba en el banquillo, y no fue otra cosa que la tarjeta amarilla que el árbitro mostró a Rennella. Era la quinta amonestación de la campaña para el francoitaliano, que se perdió la siguiente jornada, contra el Tenerife. Aquel 10 de enero, frente al rival isleño, Molina volvió a fomar parte del once titular. No lo hacía desde la visita al Leganés, en la 9ª jornada. En total había estado diez partidos de Liga consecutivos sin entrar en la alineación y en la mitad ni siquiera jugó un minuto: Recreativo, Osasuna, Barcelona B (los tres seguidos), Alavés y Llagostera. En total, Julio Velázquez lo tuvo sentado en el banquillo y sin salir en siete encuentros. Es decir, la mitad de su mandato como míster. Con Juan Merino no le mejoró la vida de forma sustancial: no viajó a Palamós y lo más que le ofreció el linense en las otras tres jornadas fue media hora en Lugo. La aprovechó, desde luego, porque asistió a Rubén Castro en el 0-1. Entonces llegó ese duelo ante el Tenerife. Molina tenía una oportunidad inesperada por delante y se fue a por ella como si se tratase de su debut profesional. Aquella noche recuperó lo mejor de su sociedad con Rubén Castro y entre los dos cocinaron el triunfo (3-1): el levantino dio dos asistencias de gol al canario, que le devolvió la cortesía regalándose tambien un tanto, el último y definitivo. Desde entonces, Molina ha vuelto a ser titular indiscutible. Y no sólo se lo ganó frente al Tenerife. En los ocho partidos del Betis de Mel, el conjunto de Heliópolis ha convertido once goles. Pues bien, el ariete de Alcoy ha participado directa y decisivamente en ocho de ellos: provocó el penalti del 1-0, asistió a Rubén en el 2-1 y marcó el 3-1 contra el Tenerife; logró el 2-0 definitivo ante el Sabadell; dio el pase de gol a Rubén en el 1-1 en el campo del Numancia; anotó el 1-0 frente a la Ponferradina; y consiguió el 1-0 y remató al palo antes de que Dani Ceballos remachase a placer el 2-0 contra el Girona. En resumen: desde la llegada de Mel, Molina ha hecho cuatro de los seis goles que ha marcado en toda la campaña (los otros dos fueron ante la Ponferradina en la 3ª jornada y el Racing en la 18ª, en el adiós de Merino). Vuelve a ser el que era y ahora es de suponer que confiará en que Alexis Trujillo cumpla su palabra: “Esperamos más de él. Espero que él dé lo que espera el Betis y el Betis le dará lo que él espera del club”, dijo en octubre cuando habló de su renovación o mejora de contrato. RUBÉN CASTRO: UN GOL EN SEIS JORNADAS Se suponía que la llegada de Pepe Mel sería muy beneficiosa para Rubén Castro, cuya sintonía con el madrileño siempre ha sido máxima, pero el fútbol a veces es tan incomprensible que el cambio de entrenador ha dado paso a la peor versión del canario. En el reestreno de Mel en el Villamarín, ante el Tenerife, marcó dos goles, pero a partir de ahí se ha estancado y en las seis jornadas posteriores sólo ha celebrado un gol propio, el que logró en Soria frente al Numancia. En cambio, se quedó en blanco ante el Sporting, el Sabadell, la Ponferradina, el Albacete y el Girona. Aun así, sigue siendo el pichichi del equipo y de la categoría, con 16 dianas. RENNELLA: DIEZ JORNADAS EN BLANCO Enzo Rennella sufre sin duda la peor crisis de toda la delantera verdiblanca. El francoitaliano no marca desde el 9 de diciembre, cuando dio el triunfo a su equipo ante el Mallorca en la 16ª jornada (1-0). Desde entonces está en blanco, y han pasado diez jornadas (jugó ocho). En Alcorcón vio la quinta amarilla y eso fue el principio de su fin.

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